A partir de residuos molidos de café se puede crear un biocombustible similar al de plantas que se cultivan exclusivamente para la obtención de biodiésel.

Nadie duda del poder energético del café. Quien acostumbra a tomarlo suele decir que sin café no funciona por la mañana y es que la naturaleza es tan increíble que después de haber cumplido su función, el café aún puede ser fuente de más energía.

Una investigación de la Universidad de Bath anuncia que los residuos de café molidos pueden servir para obtener biodiésel. El desecho se remoja en un solvente orgánico que ya se ha utilizado en la elaboración de biocombustibles de origen vegetal, luego se somete a un proceso de transesterificación.

El resultado de del procesamiento de los residuos de café es un compuesto oleoso que tiene características similares a los de cualquier otro biodiésel pero un poco más amigable con el ambiente.

La diferencia de este biodiésel a base de café con otros biocombustibles es que muchos de ellos se obtienen a partir de plantas que se cultivan únicamente para este fin mientras que el de café está reutilizando una materia prima que ya ha cumplido con su fin primario y que, además se puede obtener de manera fácil y constante dado el consumo de café en el mundo.

Aunque no es un combustible que sea sustentable en sí mismo sino que forma parte de un mix energético por la gran cantidad de residuos que se necesitarían para crearlo, sí hay manera de utilizarlo a pequeña escala. Los vehículos de reparto de café podrían andar con este biocombustible ya que sólo una cafetería pequeña produce unos 10kg de desecho de los cuales se obtienen 2 litros de biodiésel.