Esta colaboración se ha establecido para lograr tres metas: desarrollar un sistema natural de depuración de aguas residuales mediante humedales bioelectrogénicos, establecer un sistema de tratamiento bioelectrogénico anaerobio para aguas residuales y construir un sistema de eliminación bioelectrogénica de nutrientes (nitrógeno).

Cada uno de los integrantes del consorcio aporta su experiencia en investigación y algunos medios para poder desarrollar el proyecto. IMDEA-Agua contribuye con el laboratorio para aplicar la nueva tecnología; la Fundación CENTA participa con su centro experimental situado en Carrión de los Céspedes, Sevilla, para los ensayos en campo con aguas residuales urbanas; las empresas Euroestudios, DAM y JOCA aportan su experiencia en el sector de las infraestructuras para la explotación y el saneamiento de las aguas residuales.

La eliminación de materia orgánica en aguas residuales con microorganismos aerobios es muy utilizada pero supone dos inconvenientes importantes: la generación de biomasa en forma de fangos activos y el elevado coste energético de suministrar oxígeno al sistema biológico.

Por ello, la utilización del metabolismo anaerobio microbiano para tratar las aguas se contempla como alternativa viable debido al menor rendimiento en biomasa de estos procesos biológicos (menor producción de fangos) y la posibilidad de generar biogas (metano) susceptible de ser utilizado como combustible para la generación de energía térmica y eléctrica. No obstante, este gas es más dañino que el dióxido de carbono para el efecto invernadero.

La bioelectrogénesis es un método para poder conseguir y almacenar energía limpia. Así, mediante este innovador proceso determinadas bacterias pueden oxidar materia orgánica y transferir directamente los electrones generados a una superficie sólida conductora como, por ejemplo, el grafito. Se plantea, pues, como la alternativa para producir energía limpia en la planta en lugar de generar metano.

El consorcio Aquaelectra se ha creado con la decisión de acelerar el desarrollo de esta tecnología, valiéndose de la adaptación de estos dispositivos bioelectroquímicos a los diseños ya existentes en las plantas de tratamiento de aguas.

La financiación de INNPACTO invierte en proyectos que reúnan entidades públicas y privadas para investigar y llevar a cabo proyectos de I+D+I con una orientación práctica pensados en relación a las necesidades existentes. Se intenta, pues, fomentar empresas innovadoras, promocionar la inversión privada, generar empleo y mejorar el desarrollo tecnológico del país.