El 67% de los europeos apoyarían un mayor compromiso medioambiental de la UE
Dos tercios de los europeos desean que la Unión Europea muestre un compromiso con la protección medioambiental aún más fuerte, según el último Eurobarómetro especial realizado por el Parlamento Europeo. En España, esa proporción se eleva hasta el 78% de los encuestados. Estos resultados muestran que el medio ambiente es una cuestión que preocupa profundamente a los ciudadanos.
El 67% de los europeos apoya que la UE intervenga más en materia de protección medioambiental, frente al 21% que considera que no se necesita ningún cambio. En España, el 78% de los ciudadanos estima oportuno que haya más legislación medioambiental a escala comunitaria, mientras que un 15% no lo cree necesario.
El Eurobarómetro también revela que más de la mitad de los europeos, el 52%, considera insuficiente la acción comunitaria actual, mientras que el 37% la ve adecuada.
La UE es competente en la actualidad para actuar en la mayoría de ámbitos de la política medioambiental, como el aire y la contaminación del agua, la gestión de residuos y el cambio climático.
“Compartimos las preocupaciones de nuestros ciudadanos”, aseguró Giovanni La Via, Presidente de la comisión de Medio Ambiente, quien dijo estar “muy comprometido para trabajar en nuevas políticas y propuestas para combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente”.
La Via subrayó que después de la cumbre de cambio climático de la ONU en París y de su “significado histórico”, quedan por delante “muchos objetivos ambiciosos”. “La Unión Europea ha tenido un impacto crucial en este acuerdo, y ahora está desarrollando todas las políticas para traducirlo en hechos de manera efectiva”, añadió.
MEDIDAS
La UE trabaja en diferentes medidas para combatir el cambio climático, pero ya ha desarrollado algunas como Natura 2000, la red coordinada más grande del mundo de áreas protegidas, que cubre más del 18% de la superficie terrestre comunitaria y casi el 6% de su territorio marino.
Las instituciones comunitarias desarrollan, por otro lado, el acuerdo sobre cambio climático alcanzado en París el pasado diciembre. Este reto incluye una reforma del sistema de comercio de emisiones en la UE, un objetivo de reducción de gases de efecto invernadero de al menos el 40% para 2030 y legislación para impulsar la energía renovable.
La calidad del aire es otra de las cuestiones clave. El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE acordaron recientemente legislación para lograr un aire más limpio, con límites más ambiciosos para las emisiones de los principales contaminantes (como los óxidos de nitrógeno (NOx), partículas y dióxido de azufre), que deben cumplirse en 2030.
El PE trabaja también en la transición hacia la denominada economía circular, dirigida a alargar la vida útil de ciertos productos a través del reciclado y la reutilización, al tiempo que desarrolla una normativa para mejorar la gestión de los residuos.
El uso de bolsas de plástico en Europa se reducirá drásticamente gracias a otra legislación aprobada por el Parlamento.