El gobierno local de Cádiz dio ayer un paso más en su carrera por obtener los mayores certificados en limpieza pública y política medioambiental. El nuevo paso, aprobado durante la comisión de gobierno, es sacar a concurso el reciclaje del aceite doméstico usado (oliva y girasol, mayoritariamente) para evitar que acabe en la tubería del fregadero o en la bolsa de basura.

"Un litro de aceite es capaz de contaminar mil litros de agua" recordó Teófila Martínez. Si se mezcla con la basura orgánica, el daño es de otro tipo, pero existe: "Impide el reciclaje y la recogida selectiva". Para evitar estos dos daños, el Ayuntamiento ha expuesto un contrato público que deberá obtener una empresa que se comprometa a instalar 200 contenedores de tamaño medio, con capacidad para 600 litros, en distintas zonas urbanas de la ciudad.

El objetivo es que todos los vecinos tengan uno a pocos metros de su casa. Estos contenedores, que deben instalarse antes de verano, deben superar todos los requisitos de seguridad para el usuario y estética urbana. La empresa concesionaria del servicio tendrá que hacerse responsable de su mantenimiento de las tareas de vaciado regular (deben tener una alarma cuando estén al 85% de capacidad) y solventar cualquier avería o ataque vandálico.

La alcaldesa destacó durante el anuncio de la iniciativa que Cádiz será la primera ciudad de Andalucía con este servicio de recogida selectiva instalado de forma regular.

Una vez ubicados en 200 puntos de las calles de Cádiz, el gobierno local iniciará dos campañas de publicidad y concienciación. Una será directa, a través de mensajes a los ciudadanos, y la otra, a través de reuniones con las asociaciones de vecinos.