El personal técnico subraya el consenso en la valoración positiva de los objetivos, en la necesidad de impulsar la concienciación ciudadana sobre la correcta gestión de los residuos y en el modelo único de gestión, concretado en un ente foral que unifique y supervise la gestión, respetando la autonomía y competencias de las mancomunidades, ha informado el Gobierno foral en una nota. 

Asimismo, constata el amplio rechazo a la coincineración, por sectores y en el conjunto de Navarra, y el respaldo generalizado a la necesidad de una Ley foral de Residuos que incluya tasas (pago por generación) y cánones, y que bonifique los buenos resultados. 

La propuesta técnica destaca la prevención y separación en origen, mantiene los objetivos del 100% de recogida selectiva de la materia orgánica y de tratamiento de la fracción resto previo a su eliminación en vertedero, y prevé el mantenimiento de las cuatro plantas existentes de envases/materiales.

La propuesta de gestión coincide con las aportaciones recibidas durante el proceso de participación, estableciendo un ente único de gestión. El Ejecutivo foral será el ente de planificación, seguimiento y control, encargándose entre otras cosas de la elaboración y aplicación de la Ley Foral de Residuos, y de la gestión del canon. 

Está previsto que la ley esté lista en un año, e incluirá el pago por generación, una bonificación por objetivos alcanzados y un canon o impuesto al vertido.