En Chicago se ha creado "La Planta", un huerto vertical que funcionará con residuos orgánicos
La planta, un huerto vertical instalado en una antigua fábrica procesadora de carne funcionará a base de biogás generado por un digestor que capta el metano que se forma a partir de la basura orgánica.
Diariamente se desperdician toneladas de comida, la mayoría proviene de restaurantes en casi todas las ciudades del mundo. Toda esta basura orgánica puede tener un mejor uso que terminar en un depósito donde se va a descomponer y emitir malos olores.
En Chicago, John Edel, un ecológico emprendedor creó “La Planta” de cultivo vertical. Su huerto está instalado en el edificio de una antigua planta procesadora de carne, con la ayuda del estado de Illinois ha logrado transformarla e instalar un sistema de cultivo vertical sustentable que funcionará a base de biogás.
Con la ayuda de varias empresas productoras de alimentos en Chicago puede recolectar unas 27 toneladas de residuos de alimentos al día, esto es un aproximado de 11.000 toneladas al año.
El sistema funciona con un digestor que captura el metano formado por la descomposición de los alimentos. El gas se quema en un sistema de cogeneración que produce calor y energía eléctrica. La producción de hortalizas no costará más que la recolección y transporte de los desechos que hacen funcionar la planta.
El proceso en sí mismo generará suficiente calor como para instalar una fábrica de cerveza artesanal en un futuro. Con el exceso de calor se regulará la temperatura del edificio. La energía eléctrica producida se utiliza para mantener encendidas las lámparas que proveen luz para los cultivos.
Chicago es ahora una ciudad pionera en la agricultura urbana en su país pues también alberga el huerto en un techo más grande de Estados Unidos. Entre los productores que se verán beneficiadas con el proyecto de Edel están una empresa de cultivo de hongos, una de frutas y vegetales y un criadero acuapónico de peces.
Los huertos verticales son una excelente idea para implementar en las grandes ciudades donde el espacio es muy reducido. Ante la demanda de productos orgánicos, una planta como la de Edel acabaría con los problemas que supone su distribución. Al cultivarse de manera local se vuelve un negocio más sustentable y amigable con el ambiente, pues no daña los terrenos de cultivo y no tienen que llevarse más lejos.