"¿Es el compost el futuro de la gestión de residuos?"
El Diario. Julen Rekondo. 24 de abril de 2016. Desde hace tiempo se viene repitiendo por parte de algunos sectores que la clave del futuro de la gestión de los residuos urbanos está en los biorresiduos, y su posterior compostaje. Cuando hablamos de biorresiduos nos referimos a residuos vegetales de las zonas verdes y jardines, residuos alimenticios y de cocina procedentes de hogares, restaurantes, servicios de restauración colectiva y establecimientos de venta al por menor, así como residuos comparables procedentes del procesado de alimentos. Pero, ¿es así?
Los países y las ciudades más avanzadas del mundo desde un punto de vista ambiental llevan tiempo poniendo en práctica modelos de tratamiento de sus residuos urbanos: modelos que se vienen mejorando con el tiempo y que se combinan hoy con la utilización de diversas tecnologías, que permiten la eliminación, la valorización, el reciclaje, y la reutilización de los residuos. No existe un modelo único y en función de las características de cada lugar habrá que tener cuenta los diferentes sistemas de tratamiento a poner en marcha según el tipo de residuos y de urbanización, qué características debe tener el residuo para que pueda ser convertido en compost, la biometanización, las modernas técnicas de valorización energética….y todas aquellas tecnologías que se emplean para una gestión sostenible de los residuos urbanos.
Sin embargo, esta política de residuos que ni es más ni menos la política comunitaria en esta materia, a la hora de ponerla en marcha, admite según esté en boca de unos u otros, diferentes interpretaciones. No hay más que ver lo que aconteció en la pasada legislatura en el Territorio Histórico en Gipuzkoa, o a otros niveles, lo que podría ocurrir en Bizkaia, pero en lo referente a la recogida de los biorresiduos y su posterior compostaje. Y digo esto, porque en el caso de Bizkaia las infraestructuras para otros tratamientos como el reciclaje, aprovechamiento energético, plantas de separación de residuos, etc., aunque pueden plantearse mejoras o ampliaciones en función de los tratamientos de cada residuo (es el caso de la recuperación y reutilización, salvando las ya existentes), ya vienen funcionando.
Los objetivos básicos de la política de residuos de la UE actualmente vigentes son, por este orden, prevenir los residuos y promocionar la preparación para la reutilización, el reciclado y otros tipos de valorización (incluida la valorización energética) para reducir su impacto ambiental, previamente a la eliminación. El objetivo a largo plazo es que la UE se convierta en una sociedad del reciclado que se proponga, como meta, evitar la generación de residuos, y aquellos que no se haya podido evitar su generación, utilizarlos como recursos, es decir, contribuir al cierre de los ciclos de los diferentes materiales. Es lo que se llama actualmente “Economía Circular”.
La jerarquía de gestión enfocada a los Biorresiduos se traduciría en las siguientes prioridades de gestión:
Los países y las ciudades más avanzadas del mundo desde un punto de vista ambiental llevan tiempo poniendo en práctica modelos de tratamiento de sus residuos urbanos: modelos que se vienen mejorando con el tiempo y que se combinan hoy con la utilización de diversas tecnologías, que permiten la eliminación, la valorización, el reciclaje, y la reutilización de los residuos. No existe un modelo único y en función de las características de cada lugar habrá que tener cuenta los diferentes sistemas de tratamiento a poner en marcha según el tipo de residuos y de urbanización, qué características debe tener el residuo para que pueda ser convertido en compost, la biometanización, las modernas técnicas de valorización energética….y todas aquellas tecnologías que se emplean para una gestión sostenible de los residuos urbanos.
Sin embargo, esta política de residuos que ni es más ni menos la política comunitaria en esta materia, a la hora de ponerla en marcha, admite según esté en boca de unos u otros, diferentes interpretaciones. No hay más que ver lo que aconteció en la pasada legislatura en el Territorio Histórico en Gipuzkoa, o a otros niveles, lo que podría ocurrir en Bizkaia, pero en lo referente a la recogida de los biorresiduos y su posterior compostaje. Y digo esto, porque en el caso de Bizkaia las infraestructuras para otros tratamientos como el reciclaje, aprovechamiento energético, plantas de separación de residuos, etc., aunque pueden plantearse mejoras o ampliaciones en función de los tratamientos de cada residuo (es el caso de la recuperación y reutilización, salvando las ya existentes), ya vienen funcionando.
Los objetivos básicos de la política de residuos de la UE actualmente vigentes son, por este orden, prevenir los residuos y promocionar la preparación para la reutilización, el reciclado y otros tipos de valorización (incluida la valorización energética) para reducir su impacto ambiental, previamente a la eliminación. El objetivo a largo plazo es que la UE se convierta en una sociedad del reciclado que se proponga, como meta, evitar la generación de residuos, y aquellos que no se haya podido evitar su generación, utilizarlos como recursos, es decir, contribuir al cierre de los ciclos de los diferentes materiales. Es lo que se llama actualmente “Economía Circular”.
La jerarquía de gestión enfocada a los Biorresiduos se traduciría en las siguientes prioridades de gestión:
- Reducir de la producción de biorresiduos.
- Alimentar a las personas.
- Alimentar a los animales.
- Usos industriales (aceites y grasas): biocombustibles, jabones, cosméticos, etc.
- Compostaje doméstico o industrial.
- Otro tipo de valorización.
- Eliminación.