La construcción de esta planta, que inició su funcionamiento en pruebas a principios de mayo y que está operativa desde principios del presente mes, responde a la previsión de incrementar la entrada de pedidos un 30 % en tres años, tal y como ha indicado el director general de la empresa, Gustavo Espejo, que estima que se trata de la más grande de la Comunitat Valenciana.

La nueva normativa comunitaria aumenta el porcentaje de los aparatos antiguos que tienen que recoger los fabricantes de aparatos eléctricos y electrónicos, por esto la compañía prevé un aumento de su negocio procedente de los distribuidores.

La infraestructura en Valencia es de 7.000 metros cuadrados y se sitúa junto a las actuales instalaciones en Beniparrell (Valencia). Así, realiza el proceso de tratamiento con la descontaminación de todos los aparatos, "desde un teléfono móvil hasta un frigorífico", según Espejo.

Hoy en día la compañía recicla 15.000 toneladas al año, lo que supone aproximadamente 90.000 frigoríficos, 150.000 lavadoras, 120.000 televisores y pequeños aparatos, y calcula que en los próximos tres años se alcanzarán las 20.000 toneladas.

El pasado año la cifra de negocio alcanzó los 1,5 millones de euros, entre el 10 y el 15 % procedente de un acuerdo con la Conselleria de Medio Ambiente por el que reciben el material que se recoge en los ecoparques de la Comunitat Valenciana y el restante 85 %, de las empresas distribuidoras de la región.

Recytech Iberia forma parte de tres proyectos europeos financiados con seis millones de euros, uno de ellos de reutilización de las espumas aislantes contenidas en los frigoríficos para absorber los derrames de fuel y petróleo de los barcos. Estos materiales, que antes se quemaban en incineradoras, se granulan y se introducen en cilindros que las embarcaciones dejan flotando en el agua para absorber los derrames de combustible, dado que actúan como barrera de contención por su alto poder absorbente, según el proyecto.

La firma valenciana tiene en marcha otros dos proyectos europeos, en colaboración con la Generalitat, para la construcción de una máquina capaz de desmontar televisores de plasma y de LCD y paneles fotovoltaicos y para reutilizar el vidrio de las pantallas de los televisores antiguos, que contienen plomo, en la industria cerámica. En el primer proyecto, la maquinaria para el desmontaje de televisores sustituye la acción manual que pone en riesgo la salud de los trabajadores; en el segundo caso, el vidrio que antes no se podía reciclar, servirá una vez tratado para dar brillo al porcelánico.