Las obras de Kyle Bean: cuando el papel cumple un buen papel
Cualquiera diría que este fiero león se va a lanzar contra nosotros o nos va a soltar un zarpazo. Sería posible, dado el realismo de su rostro furioso y de su gesto, si no fuera porque el animal salvaje de la fotografía está hecho enteramente de papel y mide 61 centímetros… Su autor es el diseñador e ilustrador Kyle Bean, un joven británico especializado en trabajar con gran cantidad de materiales, pero en el que destaca su destreza con el papel. Lo que más le atrae de este material es su gran versatilidad ya que puede ser de distintos colores, texturas y grosores. Sus obras están cargadas de detalles, creatividad y transmiten siempre un mensaje. Para realizar el llamativo león de papel, Bean reutilizó recibos de hotel. Fue un encargo de Intercontinental Hotels Group.
Otro gran trabajo en el que podemos disfrutar del reciclaje artístico de Bean se pudo ver en cinco escaparates de los grandes almacenes Selfridges inspirados en la ley de la conservación de la materia, esa que nos recuerda que la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. Para ello, fabricó una gran balanza: a un lado cuelgan unos libros; y al otro lado un gran castillo de papel que metafóricamente habría sido creado a partir de esos libros. La balanza, por supuesto, está en perfecto equilibrio.
Tampoco os dejará indiferente el geométrico corazón de papel que ideó este diseñador para ilustrar en la revista de salud Men’s Health un artículo sobre enfermedades cardíacas en los hombres y la relación de éstas con el (pernicioso) tabaco. El resultado es visualmente impactante. Además de un excelente trabajo artístico es sin duda una obra que invita a la reflexión.
Para conocer todas sus trabajos con papel os recomendamos un paseo por su web. Encontraréis maquetas, esculturas y otros trabajos que no os dejarán indiferentes.
Todos ellos nos sirven para recordar que el papel es un material cotidiano pero muy valioso que podemos reutilizar y al cual también podemos dar una nueva vida si lo llevamos al contenedor azul junto con los envases de cartón y papel.