Nueva York aprueba su nuevo plan de residuos sólidos urbanos
Por primera vez desde hace mucho tiempo, Nueva York ha concluido un nuevo plan de gestión de residuos urbanos, así lo ha anunciado Pedro Iwanowicz del Departamento de Estado de Conservación Ambiental (DEC, sus siglas en inglés). El plan “Más allá de los residuos: una estrategia de gestión de materiales sostenibles de Nueva York” establece un nuevo enfoque para el Estado, pasando de tener en cuenta solo los aspectos finales de la gestión para la reducción de los residuos a valorar el proceso desde el principio. Los municipios, las empresas y el público tienen ahora un marco que puede ayudar a minimizar los residuos, aumentar el uso de materiales que pueden ser reutilizados o reciclados, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y crear empleos verdes, en definitiva hacia un enfoque más sostenible.
El plan de gestión de residuos persigue reducir significativamente la cantidad de materiales destinados a los vertederos y la eliminación de residuos municipales. Los neoyorquinos producen más de 14 millones de toneladas de residuos cada año que se destinan a los vertederos y las incineradoras de residuos. Este es un costo claro para las comunidades y el medio ambiente. Por el contrario, la prevención de residuos ahorra dinero, ahorra energía, evita la contaminación y protege los recursos naturales.
El plan busca una reducción progresiva de la cantidad de residuos destinados a la eliminación, pasando de la estimación actual de 1,85 kilogramos por persona por día para el objetivo final de 250 gramos por persona por día en 2030. Ese objetivo puede lograrse a través de acciones agresivas para reducir la reutilización de residuos y aumentar el reciclaje y el compostaje.
Nueva York ya había presentado en 1987 un plan de gestión de residuos urbanos, colocando como una prioridad la prevención de residuos y el reciclaje. Sin embargo, a pesar de un aumento significativo de la conciencia del reciclaje y la reutilización, Nueva York sigue generando a día de hoy la misma cantidad de residuos que en 1990 y sólo el 20% de los residuos urbanos que se generan son reciclados.
El plan guiará a las comunidades en todo el estado y también será utilizada por DEC y otras agencias estatales en la formulación de políticas. Las recomendaciones detalladas en el plan incluyen: una política nueva y amplia con un enfoque en la prevención de residuos; la educación y los incentivos para los consumidores y las empresas para ayudarles a reducir su generación de residuos y reciclar lo que no puede reducirse; las políticas y programas para mejorar la prevención de residuos, la reutilización y el reciclaje y para aumentar el reciclaje de materiales orgánicos, especialmente los residuos de alimentos y un mayor énfasis en administración de productos y envases, para extender la responsabilidad de gestión al final de su vida útil a los fabricantes y, por tanto, fomentar la utilización de materiales más reciclables y menos tóxicos.