Así, esta depuradora funciona desde los noventa para evitar verter aguas sucias a la ría. El tratamiento inicial consiste en retirar todos los elementos sólidos del caudal que llega por dos colectores subterráneos a la planta. Durante la pasada década, el CABB amplió el grado de aseo con un tratamiento biológico que se desarrollará más ahora con un proceso de limpieza más refinado hasta conseguir agua no potable pero regenerada en un 95%.

Tal y como explica Unai García, responsable del proyecto en el CABB, el procedimiento se compone ahora de tres acciones: "Primero se realiza una decantación del agua mediante laminas, después el caudal pasa por unos filtros especiales de arena y finalmente es desinfectada con rayos ultravioleta". Así, por ejemplo, el agua tratada solo a nivel secundario no se puede utilizar en el mangueo de calles debido a que el efecto de aerosol que se produce al salir a presión por la manguera puede afectar a los viandantes. El torrente tratado a nivel terciario carecerá de esos elementos negativos.

Con este funcionamiento, la estación depuradora de Galindo constituirá un ensayo desde este mes. El caudal reciclado se aprovechará para regar los espacios verdes que rodean sus instalaciones, y sobre todo para los procesos industriales de la planta. Unai García los concreta en "la refrigeración de las instalaciones, preparación de reactivos o la limpieza de la maquinaria".

En un comienzo, esta tecnología se planteó para que el agua resultante se usase sólo en las dependencias de Sestao y así ahorrar en el consumo propio que tiene el Consorcio, cifrado actualmente en unos 2.800 litros por segundo. No obstante, con la sequía que se sufrió hace cinco años varios ayuntamientos solicitaron llenar con agua tratada biológicamente sus camiones para garantizar la limpieza viaria. Los estudios demostraron que este líquido, a pesar de estar regenerado, todavía podía provocar algún riesgo entre la población por lo que se decidió ampliar la capacidad del tratamiento terciario para poder utilizar agua regenerada también fuera de Galindo.

Sestao y Barakaldo son los municipios interesados en este tipo de agua. Los técnicos del CABB calculan que, descontando el consumo interno de la depuradora, restará un 60% de agua tratada para que pueda ser utilizada por los ayuntamientos. Pedro Barreiro, director gerente del Consorcio, explica que "primero vamos a ver cómo funcionamos nosotros y luego firmaremos convenios con los consistorios interesados". Los candidatos son los municipios más cercanos a la depuradora ya que el coste de este agua se elevará para los Ayuntamientos en función de la lejanía de la localidad al aplicarle la partida económica correspondiente al transporte.

Via Deia
Foto de Gobierno Municipal (cc)
Sestao