Productores de residuos radiactivos se reúnen en Córdoba para intercambiar experiencias
Medio centenar de responsables de gestión de residuos radiactivos generados en el ámbito hospitalario, industrial y de investigación se reúnen desde este lunes en Córdoba, en las XV Jornadas de Instalaciones Radiactivas, para intercambiar experiencias y optimizar unos procesos que, aunque son pocos conocidos, tienen gran importancia en la vida cotidiana.
Así lo han asegurado en rueda de prensa el responsable de Operaciones de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Alejandro Rodríguez; el responsable de Instalaciones Radiactivas en la dirección general de Industria del Principado de Asturias, Carlos Arcos Cuetos y el jefe de Protección Radiológica del Centro Oncológico de A Coruña, Carlos Losada Varela, quienes han explicado cómo es la gestión de estos materiales desde el punto de vista del gestor, del regulador y del productor, respectivamente.
En la actualidad Enresa mantiene contrato con 812 instalaciones radiactivas de las 1.361 que hay censadas en España. De éstas, 265 son de uso médico, 318 pertenecen al ámbito industrial y 156 al campo de la investigación y la docencia. Cada año generan una media de 18 metros cúbicos de residuos radiactivos, de los que se responsabilizan profesionales cualificados para que éstos materiales sean gestionados acorde a sus características radiológicas.
Se trata de residuos heterogéneos que incluyen, entre otras, fuentes de radioterapia y otros materiales residuales de los usos de radioisótopos en medicina nuclear y en todo tipo de investigaciones médicas o docentes, además de fuentes de control de procesos y medidas industriales, o equipos en cuya composición o para cuyo funcionamiento precisan de componentes radiactivos.
Estos residuos de baja y media actividad siguen un proceso reglamentado hasta que finalmente son gestionados en el Almacén Centralizado de El Cabril, ubicado en el término municipal de Hornachuelos (Córdoba).
Por otro lado, Enresa presentó los resultados de su campaña de búsqueda y recuperación de fuentes "huérfanas" entre octubre de 2007 y diciembre de 2009, cuyo objetivo era gestionar fuentes radiactivas que se encontraban fuera del sistema regulador. Tras más de dos años de campaña, se retiraron 461 fuentes radiactivas procedentes de la investigación (33 por ciento), la industria (31 por ciento), medicina (21 por ciento) y otros sectores (15 por ciento). De forma general se trata de fuentes de escasa significación radiológica.