Reutilización y reciclaje en la universidad
Se acerca el final de curso y muchos universitarios dejarán sus pisos o residencias.
Alex Freid, un estudiante norteamericano de la Universidad de New Hampsire tuvo la vivencia hace ya unos años de encontrarse en su campus un sofá, en perfecto estado, pero abandonado justo cuando terminaba su primer año de estancia universitaria. Pensó que le vendría bien para el año siguiente, así que ni corto ni perezoso lo recogió y guardó hasta el nuevo curso. Este pequeño acto le hizo cuestionarse por la cantidad de enseres, muchos en perfecto estado, que cada año eran abandonados por sus compañeros y compañeras de universidad; así decidió crear el movimiento Trash2Treasure que cada mes de mayo recoge artículos deshechados que, puestos a resguardo durante el verano, sirven en septiembre para organizar un pequeño mercadillo donde los estudiantes, ya de vuelta, pueden obtener objetos a un coste menor.
La iniciativa no sólo se quedó ahí ya que el primer movimiento ha crecido y ahora se llama PLAN, una organización estadounidense sin ánimo de lucro bajo la que se organizan los “estudiantes Pro-Cero Residuos”.
No hemos encontrado ejemplos de este tipo a nivel nacional, aunque sí debemos hablar de iniciativas institucionales por parte de diferentes universidades españolas para convertir sus campus en espacios sostenibles. Un ejemplo es la Universidad Autónoma de Barcelona, que recientemente aparecía en el puesto 20 de las universidades más sostenibles del mundo en el GreenMetric World University Ranking, un indicador creado por la Universidad de Indonesia que valora el compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente a través de seis indicadores: entorno e infraestructuras, energía y cambio climático, residuos, agua, transporte y educación.
Entre las 70 razones que han llevado a la UAB a estar tan bien posicionada en este ranking está el servicio que presta su centro de recogida de residuos. El punto limpio del que dispone cuenta con un servicio de donación de material reutilizable, que también está abierto al público en general. El punto limpio de la UAB, reacondiciona y transfiere residuos que no se recogen habitualmente en los contenedores, y además facilita que el material en buen estado se incorpore a una bolsa de material que se pone a disposición de todo aquel que pueda estar interesado en el mismo.