La delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López, ha señalado que un inspector y un guarda fluvial se han acercado a la zona en la mañana de este martes para levantar acta, y personal del laboratorio de Palmones ha tomado muestras.

Los técnicos de la Delegación han contactado con la empresa de aguas de Jerez, Ajemsa, para informarse sobre el posible problema. Los gestores de la EDAR han descartado que las obras de la nueva depuradora tengan incidencia alguna sobre la calidad del vertido y apuntan a una presencia inusual de un contaminante químico de origen industrial que está afectando al funcionamiento de la planta, ya que esta sustancia mata a las bacterias encargadas de depurar las aguas. Las investigaciones sobre la procedencia de esta sustancia ya están en marcha, según se ha indicado.

La Delegación provincial ha informado por escrito al Ayuntamiento y a Ajemsa de la apertura de las diligencias, un proceso que podría derivar en un expediente sancionador contra quien finalmente resulte responsable del vertido. Silvia López ha apuntado que todas las depuradoras están sometidas a controles para comprobar que sus vertidos se ajustan a lo autorizado y, por lo tanto, las aguas residuales vuelven al medio con la calidad adecuada.

Por ello, los gestores de esta instalación deben llevar a cabo un análisis mensual del vertido e informar sobre cualquier problema detectado a la Delegación de forma inmediata. En todo caso, estos informes se hacen llegar una vez al año a Medio Ambiente. Los informes del año pasado muestran un correcto funcionamiento y los de este año se remitirán el próximo mes.

Paralelamente a los controles que realiza la depuradora, la Consejería ejecuta un Plan de Inspección de Vertidos. En el caso de la EDAR Guadalete, el laboratorio de Palmones ha realizado cuatro comprobaciones en lo que va de año, concretamente el 3 de febrero, el 17 de mayo, el 9 de agosto y, por último, el 10 de noviembre, sin que se hayan detectado superaciones anormales.