Un envase de caseína como alternativa real al plástico
Un equipo de investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos está desarrollando una película muy similar a los envases plásticos que conocemos para envasar alimentos.
La pequeña gran diferencia es la materia prima que se utiliza. En este caso no se trata de un derivado del petróleo, sino de un componente que se encuentra de forma natural en la leche.
Se trata de la proteína de la leche conocida con el nombre de caseína, un compuesto biodegradable, comestible y mucho más sostenible que el plástico convencional. Para su creación, se investigaron las propiedades de la caseína, consiguiendo elaborar películas hasta 500 veces más efectivas que el plástico a la hora de preservar los alimentos, apuntan sus creadores.
Su composición convierte a estos plásticos orgánicos en una barrera muy eficaz contra el oxígeno, con lo que evitamos de mejor manera la oxidación, responsable de la degradación de los alimentos.
¿ACABARÁ COMERCIALIZÁNDOSE?
Habida cuenta de las infinitas posibilidades que tiene el invento, y de las constantes mejoras que están realizándose, la intención no solo es comercializarlo como alternativa al plástico en la industria alimentaria, sino en otros muchos sectores.
En un principio, el plástico bio obtenido era visualmente aceptable, pero se disolvía rápidamente en agua o sustancias húmedas y, en definitiva, era frágil.
Al añadirle pectina cítrica, entre otras mejoras, se aumentó su resistencia a la humedad y también al calor. Dos aspectos fundamentales en el sector de la alimentación, sin duda.
En su última versión, que sigue siendo susceptible de mejoras, se han aplicado otras modificaciones para finalmente ofrecer un producto que constituye una alternativa real al plástico. Incluso con mejoras, pues impide el paso del oxígeno y resulta menos elástico, una ventaja relativa.
Si las cosas salen como se espera, el envase de caseína será una realidad cotidiana en unos años. Cuántos concretamente, es difícil poder predecirlo, pero sí sabemos que sus creadores confían en que llegue a las tiendas en tres años.