7 claves para implementar la nueva normativa de sostenibilidad en tu empresa
A partir del 1 de enero de 2025 entrará en vigor la nueva directiva europea de Información Corporativa de Sostenibilidad (CSRD). Y, ¿están las empresas preparadas para estos nuevos requerimientos?
La respuesta no es fácil por la variedad del tejido empresarial. No obstante, en términos generales, se observa un interés creciente en las empresas españolas en relación con la sostenibilidad. De hecho, muchas de ellas están adoptando una serie de medidas con el fin de reducir su huella de carbono, mejorar las condiciones laborales y promover prácticas comerciales éticas.
Sin embargo, la situación cambia de unas empresas a otras si se atiende a los nuevos requerimientos de información sobre sostenibilidad, según se recoge en el estudio "¿Están las empresas preparadas para los nuevos requerimientos e información sobre sostenibilidad?", presentado en Zaragoza por el Instituto Español de Analistas y la Cátedra Ibercaja de Finanzas Sostenibles.
El informe, realizado por Marta Olavarría y editado por la Fundación del Instituto Español de Analistas y patrocinado por Workday, refleja que hay empresas que están a la vanguardia en la divulgación de información en materia de sostenibilidad. Son los casos en los que se cumplen con los requisitos legales existentes y que también publican informes de sostenibilidad con una amplia gama de indicadores ESG.
Por el contrario, todavía hay empresas que se enfrentan a este reto en parte porque no disponen de los recursos internos necesarios para recopilar, analizar y divulgar información relevante sobre sostenibilidad. A este factor se suma la falta de estándares unificados, lo que ha dificultado la comparación entre empresas y una evaluación del desempeño sostenible.
"Es fundamental que las empresas reconozcan la importancia estratégica de la sostenibilidad", afirma Marta Olavarría, autora del estudio. De este modo, se pueden tomar medidas adecuadas para "mejorar su capacidad de divulgación en esta materia, de forma que respondan a las demandas de sus grupos de interés, gestionen mejor sus riesgos y generen valor al mismo tiempo".
"Las empresas están trabajando intensamente en el análisis e implantación de las novedades en materia de información sobre sostenibilidad", añade Cristina Rabal, del Grupo SAMCA, quien puso en valor la importancia de esta labor especialmente en un grupo diversificado.
En la misma línea se ha pronunciado Guadalupe del Buey, directora de RH, PRL y sostenibilidad de Certest Biotec. Precisamente, esta compañía está adoptando la sostenibilidad como compromiso ambiental y como oportunidad para fortalecer la confianza de sus socios internacionales.
Durante el acto, Miriam Fernández, miembro de la Cátedra de Finanzas Sostenibles de Ibercaja y jefa de Inversión Temática de Ibercaja Gestión, ha señalado que "los inversores debemos ser capaces de integrar una variedad de indicadores, cada vez más específicos, en las carteras gestionadas". Una premisa en la que ha ahondado Víctor Carbó de Ibercaja al afirmar que el sector financiero desempeña un papel crucial al ser correa de transmisión de los flujos monetarios e indicar que debe apoyar a las empresas en su transición hacia prácticas más sostenibles.
7 puntos clave en sostenibilidad empresarial
Y, ¿cómo una empresa puede prepararse? De acuerdo con el informe, hay 7 puntos clave a la hora de aplicar CSRD. Son, además, pautas válidas con independencia del sector de actividad y del tamaño de la compañía que permiten que las empresas implementen la CSRD. Estos son los 7 puntos:
- CSRD es una herramienta de gestión, ya que implica rediseñar la estructura de gobierno de las empresas, revisar su estrategia y modelo de negocio, así como sus procesos y políticas.
- CSRD supone una mayor conexión entre el área financiera y el área de sostenibilidad. Esto conlleva un gran esfuerzo de coordinación interna, pero también una gran oportunidad de cohesión entre ambas materias financiera y no financiera.
- Comparabilidad de la empresa con las compañías de su sector teniendo en cuenta los indicadores recogidos en los ESRS desde el inicio es prematuro. Según el estudio, llevará tiempo el que el estado de sostenibilidad adquiera una cierta madurez y calidad técnica.
- El proceso de reporting recoge más de 1.100 puntos de datos, pero hay que tener en cuenta que CSRD se basa en el principio de materialidad. Esto reduce en gran manera el alcance del reporting, ya que se limita a aquellos que se consideren materiales para la empresa. Un aspecto importante es que la información a reportar con esta nueva directiva no es tan diferente de la que se viene reportando bajo NFRD.
- Se incorporan algunos términos y conceptos básicos como doble materialidad o los IRO (impactos, riesgos y oportunidades). Una vez son entendidos se convierten en herramientas clave para la elaboración del informe. Es preciso destinar así un esfuerzo inicial a entender estos conceptos para elaborar el reporting de una manera más eficiente.
- No hay que olvidar que el estado de sostenibilidad se elabora para ser utilizado por terceros, ya sean usuarios o partes interesadas de la empresa. Además de la parte cuantitativa del informe basada en métricas, existe una parte cualitativa de narrativa o relato por la que la empresa explica cuál es su modelo de negocio.
- Se exige disponer y reportar sobre un plan de transición climática en el que se concreten los objetivos de descarbonización de la empresa y la exposición de sus activos a los riegos físicos y de transición. El plan de transición se convierte en una herramienta para la valoración contable de los activos, además de facilitar que los usuarios del informe entiendan las metas de la compañía y puedan medir su progreso.
[Este contenido procede de El Economista. Lee el original aquí]