Aragón: Feltwood crea ecomateriales biodegradables a partir de residuos de fruta y verdura
Podría decirse que todo comenzó con una pasión: el buceo. Fue realizando esta actividad, a la que es gran aficionada, cuando la diseñadora de producto Arancha Yáñez comenzó a darse cuenta de que cada vez había más residuos plásticos en el mar. Y pensó que podría unir su afición con su profesión para buscar una alternativa a la desmedida presencia de ese material tan contaminante.
Siete años invirtió en sucesivas investigaciones hasta que encontró la materia prima que mejor se adaptaba a su ideal. Y era algo tan cotidiano como los residuos vegetales. Esta opción permitía además matar dos pájaros de un tiro, como se dice coloquialmente. Se da solución a la reducción del uso de plásticos a nivel mundial dando así respuesta a una demanda social cada vez mayor y además se ofrece a la industria alimentaria una nueva opción para gestionar estos subproductos.
Todos estos ‘descubrimientos’ se transformaron en empresa en 2016 con la creación de la ‘start up’ aragonesa Feltwood, que ha desarrollado una tecnología que transforma una lechuga, un tomate, un brócoli o una naranja, por citar algunas de las 30 tipos de residuos que tiene categorizados, en una fibra con la que producir un gran número de objetos. Lo hace sin aditivos ni químicos, mediante procesos totalmente naturales.
La fibra obtenida, 100% vegetal y a la que le han puesto el nombre de ‘Ecoes’, es biodegradable, y compostable, incluso podría ser comestible. Este ecomaterial es casi tan rígido como el plástico y la madera, tiene apariencia de cartón y es un producto resistente. Se puede utilizar solo o mezclarse con celulosa con lo que la industria del embalaje puede conseguir productos realizados con cartón que tienen una mayores propiedades de fuerza, resistencia y rigidez. Y es también resistente al agua. Lo explican desde la empresa, que destaca que “si lo echas al agua se transforma en comida para peces y si lo entierras, en alimento para plantas”. Y soporta, además, más de una docena de ciclos de reciclaje.
La firma acaba de iniciar una ronda de financiación con el objetivo de conseguir 5,5 millones de euros en una planta para producir estos ecomateriales a partir de residuos cítricos. Sus planes pasan por lanzar el producto al mercado a mediados de 2025.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de Heraldo. Lee el original aquí]