Así es la planta de reciclaje de plásticos más grande del mundo
A primera vista, la ciudad de Motala, de unos 30.000 habitantes y situada en la orilla oriental del lago Vättern, lejos de las grandes ciudades de Estocolmo y Gotemburgo, no parece el emplazamiento ideal para la mayor planta de clasificación de residuos de envases de plástico del mundo. Sin embargo, la localidad se convirtió en una auténtica ciudad industrial con conexión ferroviaria ya en el siglo XIX gracias a la construcción del canal de Göta, que conectaba el mar Báltico con el Skagerrak y permitía circunnavegar Dinamarca.
La antigua nave industrial del este de la ciudad, donde se fabricaban frigoríficos y aparatos de cocina bajo el nombre de Elektrolux antes de que la empresa trasladara su producción al extranjero, mide unos 60.000 metros cuadrados. Siguiendo el espíritu de la economía circular y la ampliación de los ciclos de vida, se ha dado un nuevo uso a la nave industrial: Svensk Plaståtervinning, una empresa sueca de reciclaje de plásticos, se hizo cargo de la nave hace unos años y ahora ha abierto la planta de clasificación de plásticos más grande y moderna del mundo.
"Esta planta es una de las primeras de su clase. Produce materiales de primera calidad al tiempo que reduce la huella ecológica", explica Mattias Philipsson, director general de la empresa sueca Svensk Plaståtervinning y operador de la planta. "Con una tecnología innovadora, Suecia está dando el siguiente paso hacia una economía de circuito cerrado".
Motala I, una planta de clasificación que también fue construida por el fabricante de plantas alemán Sutco, entró en funcionamiento en el mismo emplazamiento en 2019. Gracias a la renovada inversión en el emplazamiento por parte de la empresa sueca de reciclaje Svensk Plaståtervinning, la actual planta de clasificación Motala II se considera la más moderna y grande del mundo.
"En Suecia se recicla alrededor del 33% de los envases de plástico. Sin embargo, todavía se pierde mucho material reciclable. Aquí hay un gran potencial que queremos aprovechar", explica Mattias Philipsson, CEO de Svensk Plaståtervinning. "Desde 2019, hemos estado recuperando con éxito cuatro tipos diferentes de plástico que se pueden reciclar. Hoy, con la última tecnología, podemos dar un paso más y alcanzar nuestros nuevos objetivos", continúa Philipsson. Los nuevos objetivos de la empresa son "sin residuos, sin downcycling y sin emisiones".
Gracias a 500 toneladas de acero, innumerables cintas transportadoras con una longitud total de casi cinco kilómetros, numerosos sensores infrarrojos, tambores de cribado, separadores balísticos, la última tecnología de aire de escape, gestión inteligente de tolvas, prensas de balas totalmente automáticas, sistemas de compactación y circuitos cerrados, la planta es capaz de procesar 42 toneladas de material por hora y recuperar 12 tipos diferentes de plástico de los residuos de envases. Esto duplica el volumen de entrada en comparación con la primera planta de clasificación, en funcionamiento desde 2019. También está previsto instalar más sistemas de lavado y peletización de aquí a 2025.
[Este contenido procede de Waste Management World. Lee el original aquí]