El problema del reciclaje en España: (re)pensar qué hacemos con los envases
Los sistemas de reciclaje en España deberán cambiar para una mejor gestión de los envases convertidos en residuos, principalmente aquellos elaborados a partir de plástico, así lo sostienen diversas entidades del movimiento ecologista que confían en que la solución "vendrá antes o después".
De no cumplir con el objetivo de reciclaje para 2023: la recogida del 70% de las botellas para bebidas de hasta tres litros de capacidad, incluidos sus tapas y tapones, la Ley de Residuos (Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular) establece que, a nivel nacional, se implantará en el plazo de dos años un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) para estos envases que garantice el cumplimiento de los objetivos en 2025 y 2029.
Asimismo, plantea que para la implantación de estos sistemas, además de las botellas de plástico, se podrán incluir otros envases y residuos de envases, de forma que se garantice la viabilidad técnica, ambiental y económica.
¿Qué es el SDDR y cómo se aplica en Europa?
El SDDR, que impulsan diversas entidades ecologistas y sociales, es un sistema que cobra un depósito por adelantado al consumidor cuando compra la bebida, una fianza que se devuelve una vez se retorna el recipiente al punto de venta.
Más de 50 países lo tienen incorporado en sus estrategias de reciclaje y en naciones europeas como “Alemania, Dinamarca y Holanda, donde está aportando buenos resultados. En Alemania, por ejemplo, de todos los envases de bebidas se recupera el 98.5%”, afirma a EFEverde.com Miquel Roset, director de Retorna.
La práctica de ‘devolver el casco’ asegura la reutilización y reciclaje de alrededor del 90% de los envases de bebidas. También influye en la calidad, porque al recuperar de manera separada los envases se pueden reciclar en su totalidad y convertirse en nuevos, al no estar contaminados con otros residuos.
“Consumimos entre uno y dos envases de bebida al día por habitante, muchos de ellos terminan en los bosques y cuando tenemos las lluvias típicas en España acaban en los cauces de los ríos y en los mares”, advierte Roset. De igual forma, precisa que otra iniciativa para eliminar estos materiales podría ser aplicar la fiscalidad ambiental, es decir, poner impuestos que “afecten a las industrias y a las personas que no gestionen correctamente sus residuos y estimular la reutilización”.
Por su parte, Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace, considera que como ciudadanos también podemos influir “de forma mucho más responsable” con decisiones que están en nuestra mano como comprar a granel en tiendas especializadas y descartar productos envasados con más plástico de lo esencial. Respecto al SDDR, desde Greenpeace han defendido que el sistema es la puerta necesaria para disponer de forma masiva de envases reutilizables y rellenables y que se autofinancia con la cuota de los envases y materiales recuperados, además tiene la ventaja de generar empleo.
"El problema del plástico va mucho más allá de los envases domésticos", indica a EFEverde.com Álvaro Otero, coordinador de asuntos corporativos de Ecoembes. "Estamos rodeados de plástico en nuestras vidas y este es un material que si no se separa y se recupera de manera selectiva es muy difícil de eliminar", detalla.
“Su principal virtud es a la vez su principal inconveniente. Su durabilidad, su versatilidad es un inconveniente si se convierte en un residuo y se deposita en la naturaleza”. El especialista de Ecoembes reitera que, al tratarse de un material ampliamente utilizado, su presencia en el medio ambiente no puede verse ligada solo a los envases domésticos que se gestionan mediante el contenedor amarillo e insiste en que este tipo de envases son un residuo que se está gestionando "moderadamente bien" en el país, pero "aún queda mucho por hacer", precisa.
Sistema puerta a puerta
Ante esta situación se hace necesaria una recogida selectiva eficaz y, entre los sistemas considerados más eficientes, también existe el sistema de recogida puerta a puerta (PaP), que permite identificar al generador e implantar sistemas de fiscalización más justos. Según el MITERD, los resultados de recogida separada logrados en los municipios con PaP son en general superiores al resto de mecanismos, tanto en cantidad recogida como en calidad de la separación (se sitúan entre el 60 y el 80% de recogida separada).
Recomiendan la aplicación del PaP en zonas de baja densidad de población donde la identificación de los residuos de cada cual es más fácil, pero también se puede desarrollar en zonas más densas y con edificación vertical a través de la recogida de contenedores comunitarios en las viviendas plurifamiliares. De acuerdo al informe de Greenpeace “Ecoembes miente”, en 2018 los destinos de las exportaciones españolas de residuos plásticos fueron Malasia, Vietnam, China, Hong Kong y Tailandia. El MITERD manifestaba en una nota pública sus sospechas sobre el traslado ilícito de residuos: “Como resultado de estas inspecciones se ha podido detectar que una parte importante de residuos de plásticos exportados a los países asiáticos desde España no son trasladados de acuerdo a la normativa vigente, pudiendo resultar en muchos casos como traslados ilícitos”.
“La situación ha forzado a los gobiernos de estos países a imponer nuevas restricciones y a someter las importaciones a un mayor control”, afirma Greenpeace en el estudio, que también alerta sobre la quema de plásticos postconsumo en incineradores de residuos sólidos municipales mixtos o de residuos domésticos.
“A través de la combustión, la incineración convierte los materiales desechados en contaminantes del aire, cenizas volantes, cenizas depositadas y cenizas/escorias de calderas. Este proceso es dañino, tanto para la salud humana como para el planeta, ya que se emiten sustancias muy tóxicas y peligrosas como las dioxinas/furanos que causan cáncer, metales pesados como el mercurio, el cadmio y el plomo, así como los principales gases de efecto invernadero. Incluso con la ayuda del equipo de control de contaminación más avanzado se libera contaminación a la atmósfera”, apuntan.
Respecto a las cantidades de residuos plásticos exportadas fuera de España, desde Ecoembes aclaran que estos no proceden del contenedor amarillo, porque el sistema está muy cerrado y controlado en todas las fases, tanto desde la fase previa en las plantas de selección como desde las subastas de material a los recicladores homologados que adquieren el material para transformarlo.
Asimismo, Otero sostiene que la generación de energía a través de la incineración no es el objetivo, y en Ecoembes buscan convertir el residuo en un nuevo recurso: “la apuesta siempre va a ser a la reducción, la reutilización y por último al reciclaje”.
El reclamo de las organizaciones ecologistas se hace más necesario que nunca cuando España forma parte de la lista de países a los que la Comisión Europea ha dado un toque de atención por no haber cumplido con el objetivo del 50% para 2020 de preparación para la reutilización y el reciclaje de residuos municipales, como el papel, el metal, el plástico y el vidrio.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de EFE VERDE. Lee el original aquí]