Europa planea competir con China en el mercado del reciclaje de renovables
Las energías renovables en Europa registrarán una expansión del 50% en los próximos cinco años. Sin embargo, este crecimiento dependerá de las materias primas extranjeras a no ser que se impulse un nuevo nicho de mercado en el Viejo Continente: el reciclaje de eólica, fotovoltaica y baterías. No es un tema baladí. Hasta la fecha, el 60% de la demanda mundial de materiales se extrae en China, mientras que la UE sigue dependiendo de las importaciones extranjeras para más del 80% de las materias primas.
Estas son las dos principales conclusiones del informe Reciclaje de eólica, fotovoltaica y baterías en Europa: una oportunidad para la recuperación de materias primas críticas, realizado por EIT InnoEnergy para la Fundación Naturgy.
Dentro de unos años, muchos parques renovables y baterías llegarán al final de su vida útil y se plantea un problema: cómo gestionar la ingente cantidad de residuos que se generan. Unos residuos que muchas veces son tan valiosos que no se puede dar la espalda a un nuevo nicho de mercado: el reciclaje renovable.
En la actualidad, el 20% de la plata mundial es utilizada por la industria fotovoltaica, que registra un nivel de implantación de más de 160 GW al año. Esta situación será más acuciante en los próximos años cuando haya 500 GW instalados. La plata solo es el 0,5% de la masa de un módulo fotovoltaico, pero representa el 47% de su valor económico total. No es la única materia prima que grava el producto. Según el informe, el germanio, el telurio, el indio, el selenio y el silicio también sufrirán problemas de abastecimiento en el futuro.
En el caso de la industria eólica, se ha avanzado bastante más, pese a que cada año hay que sustituir unos 30 GW de aerogeneradores viejos, más de 1,5 millones de toneladas métricas de residuos. Pero este sector es bastante eficaz en la reutilización de componentes y en la reincorporación de estos materiales a la industria, llegando al 90% de su peso total. No es suficiente, porque en el 10% restante que termina en los basureros hay algunas tierras raras y materiales compuestos "que tienen una importancia estratégica y un alto valor", asegura el informe.
Y se dan algunas cifras. Por ejemplo, en 2035 será necesario recuperar el 30% del cobalto y el 20% del litio y el níquel de las baterías usadas para poder hacer frente a la demanda prevista. Hasta la fecha, Europa ha puesto en marcha iniciativas para recuperar algunos componentes tóxicos como el cadmio, pero no se recuperan componentes como la plata, el cobre, el silicio y el plomo, "por lo que se pierde la mayor parte de su valor potencial y se incrementa el impacto medioambiental del módulo", dice el informe. La tercera pata de esta transición energética es el almacenamiento. Según EIT Innoenergy, "el reciclaje de baterías es hoy una realidad compeja porque no existen prácticas estandarizadas entre los fabricantes".
Pero hay lugar para la esperanza, porque la UE quiere aprobar una normativa, del estilo al ecodiseño, que permita dar lugar a economías de escala y a una mayor participación de los fabricantes de automóviles y de celdas de baterías. Ya hay bastante avanzado, pero en el futuro se espera que se desarrolle un sector aún incipiente y que pueda competir en precios con las materias primas originales. "Las industrias y los socios de I+D en Europa están centrados en hacer frente a los retos ambientales y de dependencia del exterior, pero deben también establecer modelos de negocio adecuados y desarrollar cadenas de suministro locales", continúa el informe.
Pero ¿cómo dinamizar un sector que aún está en pañales? "Hay que financiar empresas de reciclaje desde la fase temprana, ya que ese proceso es más costoso que la compra directa del producto nuevo o los derivados recuperados son técnicamente deficientes", explica el informe. Otra alternativa es crear organismos legales conocidos como sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP), que financian el negocio con una ecotasa abonada por los clientes finales al adquirir el nuevo producto. Solo en los casos en que el reciclaje sea rentable, se deja al mercado la gestión de la estructura empresarial.
[Esta noticia fue publicada en El Español. Lee el original aquí]