Los residuos de la DANA equivalen a los generados en Valencia en 25 años
Los trabajos de limpieza en la zona afectada por la DANA se han acelerado en las últimas dos semanas, incrementando drásticamente la cantidad de residuos que llegan a los cinco vertederos temporales que ha habilitado la Generalitat. El último dato disponible, publicado el 1 de diciembre, cifra en 300.000 toneladas los enseres que se han llevado ya los camiones, una cantidad ingente de basura que se tardará años en tratar. Esa cantidad equivale nada menos que 25 veces los voluminosos que se recogen en un año en la ciudad de València (12.000 toneladas), y a casi el doble de los enseres que genera en un año toda la Comunitat Valenciana (180.000 toneladas).
Cuando se habla de enseres o voluminosos, la cifra se refiere a la recogida de electrodomésticos, muebles, puertas y chatarra en general. Durante los primeros días, una masa de voluntarios se dedicó a retirar todos estos restos de las viviendas afectadas por las inundaciones, y poco a poco la Generalitat los ha retirado de la vía pública. En las últimas dos semanas esta labor se ha acelerado a medida que la organización de la logística se ha mejorado y se ha contratado más personal.
Si en los primeros 23 días desde la catástrofe se almacenaron 150.000 toneladas de enseres en los vertederos temporales, en la siguiente semana esa cifra se duplicó hasta las 300.000. Esta cantidad equivale a la carga que transportan 30.000 camiones de basura. La cifra será ya todavía mayor, debido al paso de los días, y el ritmo de recogida es de unas 15.000 toneladas diarias, aunque fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente explican que la retirada de voluminosos de las calles es cada vez menor porque la mayoría de calles ya están despejadas.
Esta cifra ingente de basura se está repartiendo por ahora en cinco puntos diferentes que hacen de vertederos temporales: la planta de tratamiento de Hornillos, el antiguo campo de fútbol de Alfafar, el antiguo campo de fútbol de Catarroja, la vía de servicio de la pista de Silla, y la antigua cantera de la ladrillera Almudíver (Picassent). Como estos lugares se han improvisado contrarreloj, no están acondicionados para guardar residuos de manera indefinida, por lo que de allí se transfieren poco a poco a los vertederos oficiales de la región, que han sido ampliados para guardar este excedente.
Uno de esos centros temporales, o "puntos de transferencia", en la jerga del sector, es el de la planta de tratamiento de los Hornillos, que en una situación normal funciona como un centro donde se procesan los residuos que se recogen en el contenedor gris (resto) y el orgánico de 45 municipios del área metropolitana de València. Sin embargo, temporalmente la parcela se ha ampliado en 95.000 metros cuadrados (25 campos de fútbol) para operar como un almacén temporal de los enseres que llegan de los pueblos arrasados.
Para hacerse cargo de los residuos peligrosos, la Conselleria de Medio Ambiente también puso en marcha la semana pasada un dispositivo para recoger, transportar y gestionar pinturas, aceites, soluciones ácidas, alcalinas o plaguicidas que hayan quedado abandonados en las calles a raíz de la inundación. El plan se ejecutará junto al SEPRONA de la Guardia Civil y durará seis meses, con un presupuesto de un millón de euros.
[Este contenido ha sido reelaborado a partir de InfoLibre. Lee el original aquí. IMAGEN: Labores de achique y limpieza de la UME en Catarroja (Valencia)].