Presentan en Madrid RE-VISTE, la nueva identidad del SCRAP de grandes marcas del textil
La Asociación para la Gestión del Residuo Textil y del Calzado, que agrupa a empresas como Decathlon, El Corte Inglés, H&M, IKEA, Inditex, KIABI, Mango, Primark, Sprinter/JD y Tendam, presentó el pasado 10 de octubre su nueva identidad: RE-VISTE. Este será el nombre con el que operará el SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor) a partir de ahora. Durante un evento celebrado en la Real Fábrica de Tapices, instituciones y especialistas discutieron sobre las oportunidades, retos y progresos de este nuevo modelo de gestión circular para textiles y calzado en España. También se dieron a conocer los detalles de una prueba piloto que arrancará en 2025, diseñada para evaluar la eficacia y viabilidad del sistema.
El seguimiento del proyecto será responsabilidad de un Comité, compuesto por el Grupo de Trabajo del Residuo Textil de la FEMP y RE-VISTE, quienes velarán por su correcta implementación en seis municipios con diferentes características sociodemográficas: dos urbanos, dos rurales y dos semiurbanos, que en conjunto suman alrededor de 300.000 habitantes.
Alejandro Dorado, comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, destacó la relevancia de esta prueba piloto: "El sector textil tiene un papel fundamental y un peso muy importante en nuestro país, ya que supone el 3% del PIB, el 8% de las importaciones y factura 15.000 millones. Con la creación de RE-VISTE estáis demostrando una capacidad increíble para unir a diferentes actores y dejar la puerta abierta a nuevos para esa transformación del sector".
Juan Ramón Meléndez, director general de RE-VISTE, añadió: "Este proyecto piloto es un paso importante para reunir a todos los actores clave y trabajar juntos en la creación de un sistema eficiente y sostenible que permita establecer una correcta recogida de textiles y calzado, en línea con los desafíos regulatorios y la demanda de la sociedad". También enfatizó que "desde la fundación de la asociación en 2023, nuestro objetivo ha sido siempre posibilitar la transición hacia un modelo más eficaz en la gestión de estos residuos, y este piloto nos ayudará a avanzar en esa dirección".
Por su parte, Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del MITERD, declaró que "el SCRAP es una herramienta clave para avanzar hacia la circularidad y una gestión responsable. Para lograrlo, el sector necesita el compromiso y la colaboración de muchos actores: los productores, los ayuntamientos, entidades locales, los recicladores y finalmente, los consumidores, quienes tienen el poder de transformar el ecosistema. El SCRAP debe ser un instrumento para avanzar en la circularidad con transparencia, asegurando una gestión eficiente y sostenible".
Cristina Montalvá Medina, directora general de Igualdad y Políticas Locales de la FEMP, también destacó la importancia de crear un sistema que se ajuste a las necesidades de cada municipio, facilitando un servicio de recogida eficiente para los ciudadanos. "Es fundamental crear un sistema de calidad que se adapte a las necesidades específicas de cada ayuntamiento, facilitando a los ciudadanos un servicio de recogida eficiente. No debemos olvidar que ellos son clave para el buen funcionamiento del sistema, por lo que es esencial cuidarles", afirmó. Asimismo, Alberto Alberich, director de Moda Re, Carmen Redondo, directora de Relaciones Institucionales de Hispacoop, y Ana Rodes, directora de Sostenibilidad de Recover, coincidieron en la importancia de desarrollar un sector de recuperación sólido en España, que permita fomentar una economía circular en torno al textil y al calzado.
El proyecto piloto abordará distintas modalidades de recogida de textiles, con el objetivo de implementar un sistema que se adapte a los diversos contextos municipales. Se instalarán contenedores específicos en la vía pública y en puntos limpios municipales, y además, se habilitarán puntos de recogida en lugares privados como centros comerciales, tiendas, colegios y parroquias, para ampliar la red de recogida y facilitar la participación de la ciudadanía.
Los textiles recogidos serán transportados a plantas de clasificación, donde se evaluarán siguiendo el principio de jerarquía del residuo. Los productos en buen estado se destinarán a la venta en tiendas de segunda mano. Aquellos que no puedan ser reutilizados, serán clasificados según su composición, como algodón o poliéster, para facilitar su reciclaje y convertirlos en nuevos tejidos. La duración mínima de este proyecto piloto será de un año. Al finalizar, se creará una guía con las mejores prácticas identificadas, para que los entes locales cuenten con herramientas que les permitan implementar con éxito la recogida selectiva de textiles en sus áreas.
"El sistema que estamos creando no solo facilitará la gestión de textiles, sino que también promoverá un modelo sostenible que involucre a todos los actores de la cadena de valor. La colaboración y la participación son clave para hacer efectiva la economía circular del textil, permitiendo a cada persona y empresa contribuir a un futuro más eficiente e innovador", concluyó Juan Ramón Meléndez, director general de RE-VISTE.
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