En Burgos se recogerá separada la basura orgánica
La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Burgos quiere incorporar un nuevo tipo de contenedor, de color marrón, a las islas de reciclaje que cuentan ahora con contenedores gris, azul, naranja, amarillo y verde. Se realizará una prueba piloto prevista para el último trimestre del año, pudiéndose adquirir hasta 150 nuevos recipientes de manera que en ellos se depositarían restos de carne, pescado y otros productos orgánicos.
Carolina Blasco, concejala responsable de Medio Ambiente, comenta que todavía no está decidido si los contenedores marrones se instalarán en una zona única de la ciudad o se distribuirán por todo el núcleo urbano. Los 150 contenedores serán aportados por la empresa encargada de la limpieza viaria que adelanta así los contenedores nuevos que por contrato está comprometida a adquirir en tres años.
Esta iniciativa es pionera en Castilla y León y supondrá cambiar la costumbre de depositar los residuos orgánicos en el contenedor gris, que se quedará para depositar el resto que no se incluya en los otros contenedores: azul para papel y cartón; verde para vidrio; en el contenedor amarillo se seguirán depositando el plástico, las latas y los briks y el contenedor naranja seguirá destinado a los aceites de cocina.
Carolina Blasco indica que lógicamente los nuevos contenedores ocuparán más espacio público pero defiende que "es evidente que es un reto que necesariamente hay que abordar y que es imprescindible iniciar de forma inmediata por los innegables beneficios medioambientales que genera mejorar la valorización de los residuos", destacando entre esos beneficios que se conseguirá "disminuir su traslado al vertedero e incrementar la calidad del compost que se genera en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR)". El compost se aprovecha en el sector agrícola y forestal.
La concejala de Medio Ambiente de Burgos admite que se deberán hacer más recorridos en la retirada de residuos para vaciar los nuevos contenedores, teniendo en cuenta además que al tratarse de residuos como carne o pescado parece obligado el vaciar muy a menudo estos recipientes por los fuertes olores de los residuos que albergarán. La edil indica que se llevará a cabo junto con este cambio una "labor de sensibilización" para que los ciudadanos aprendan en qué contenedor deben arrojar cada tipo de desperdicio.
Carolina Blasco indica que lógicamente los nuevos contenedores ocuparán más espacio público pero defiende que "es evidente que es un reto que necesariamente hay que abordar y que es imprescindible iniciar de forma inmediata por los innegables beneficios medioambientales que genera mejorar la valorización de los residuos", destacando entre esos beneficios que se conseguirá "disminuir su traslado al vertedero e incrementar la calidad del compost que se genera en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR)". El compost se aprovecha en el sector agrícola y forestal.
La concejala de Medio Ambiente de Burgos admite que se deberán hacer más recorridos en la retirada de residuos para vaciar los nuevos contenedores, teniendo en cuenta además que al tratarse de residuos como carne o pescado parece obligado el vaciar muy a menudo estos recipientes por los fuertes olores de los residuos que albergarán. La edil indica que se llevará a cabo junto con este cambio una "labor de sensibilización" para que los ciudadanos aprendan en qué contenedor deben arrojar cada tipo de desperdicio.
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