El reciclaje de ropa, una práctica en auge
Reciclar se ha convertido en una de las prácticas obligadas en el mundo. Hay reciclaje de plástico, papel, vidrio…Y desde hace poco, también la moda se ha sumado al reciclaje. Algo necesario, ya que Europa desecha cerca de seis millones de toneladas de textiles al año. En 2013 la empresa H&M comenzó un programa de recogida y reciclaje de ropa. Poco a poco, más empresas del sector textil se han unido a esta causa. La última en hacerlo ha sido el gran gigante Inditex.
La multinacional Inditex se ha sumado a las campañas de donación y reciclaje de moda. Para ello, ha instalado contenedores en sus tiendas con el proyecto Closing the loop. Se trata de un nuevo plan de inversión, Right to wear, en el que llevarán a cabo acciones de sostenibilidad y que incluirá sistemas de recogida de prendas en sus centros y en tiendas específicas en colaboración con organizaciones como Cáritas o Cruz Roja.
Inditex no es la única firma involucrada en esta iniciativa de convertir la distribución textil en un proceso circular. El grupo sueco H&M, consciente del problema existente, lanzó en 2013 un programa de recogida y reciclaje de ropa con Soex para premiar a los clientes. Por cada bolsa de ropa usada que llevaran a la tienda, se les hacía un descuento para comprar prendas nuevas. Otro ejemplo fueron los vaqueros de Henrik Lampa, que forman parte de una pequeña colección de la firma sueca realizada en un 20% con algodón reciclado. La lista de empresas que se han ido apuntando a esta tendencia ha seguido creciendo y marcas como Puma y The North Face también ya tienen programas de reciclaje.
Este tipo de proyectos han tenido una gran acogida entre los consumidores. De hecho, a raíz de estas iniciativas surgió un movimiento ciudadano solicitando que la marca Primark hiciese lo mismo y pusiera contenedores para reciclar prendas.
EL RECICLAJE TEXTIL
La importancia de reciclar la ropa está demostrada por datos. La fabricación de una camiseta implica el gasto de entre 2.000 y 2.900 litros de agua. Para hacer unos vaqueros de un kilo se requieren más de 11.800 litros. Es la cantidad de agua necesaria para poder cultivar y procesar el algodón con el que son confeccionadas estas prendas. Además, hay que añadir los pesticidas que les son agregados y la contaminación que acarrea el transporte desde los lejanos países en los que se suelen confeccionar.
En la planta de reciclaje de Wolfen (Alemania) del grupo suizo SOEX, intentan dar a la ropa una segunda oportunidad. Cada día llegan a esta nave 350 toneladas de prendas procedentes de toda Europa, recogidas en contenedores o en tiendas. Una vez ahí hay dos opciones:
- Si se pueden utilizar otra vez, son separados para venderse en el mercado de segunda mano. La ropa vintage es la más buscada.
- Si no se puede reutilizar se destina la trituradora y acaban transformándose en fibra para la industria del automóvil y la construcción (aprovechada como aislante), en bayetas para la limpieza e incluso en una mezcla que puede ser reutilizada para confeccionar ropa nueva. Además, el polvo que se produce durante la fabricación de las fibras se prensa en bloques que se usan en la industria papelera.
El discurso ecológico está cobrando cada vez más importancia en la industria de la moda, ya sea por cubrir una demanda real, por cuestiones de imagen o por una mezcla de ambos factores.