SIGAUS, el mayoritario con el 88,56% de cuota de mercado, lleva desde 2007 sin actualizar la ecotasa del aceite usado y, como consecuencia, paga insuficientemente a los gestores por los tramos de recogida y tratamiento previo. 

SIGPI, el minoritario con casi el 7% de cuota de mercado, no paga nada al 95% de los gestores de toda España. ANIAGA ya ha comunicado a SIGPI que procede, por este motivo, a denunciarlo ante la Comisión Nacional de Mercados y Competencia. 

Ambos SIG se auto-adjudican la recogida universal y gratuita de todos los aceites usados. Y ambos saben que esto no tiene sentido, porque además de su 95,5% de cuota conjunta, hay más de un 4% en situación de fraude, que corresponde a fabricantes de aceites lubricantes que eluden su obligación: No cotizan a su SIG por la totalidad de sus aceites lubricantes, o no están asociados a ninguno de los dos SIG ni han presentado su plan individual. En realidad la responsabilidad sobre este 4,5% de prófugos estaría en manos de la Administración: ¿Este 4,5% quién lo paga? 

Estas son las tres razones por las que se ha quebrado la gratuidad de la recogida de los aceites usados en España. Y es un problema con tantas holguras de tipo normativo que la solución requiere del esfuerzo y la negociación de los agentes implicados, con la presencia de la Administración. No puede trasladarse la solución a los tribunales. 

SIGAUS está transfiriendo a los gestores el 20% de sus desviaciones presupuestarias, aplica otras prácticas unilaterales que los gestores consideran abusivas y carecen de la aprobación de ninguna Administración competente. Con el pronunciamiento del MAGRAMA esto tiene que cambiar y se queda sin explicaciones (si es que las ha tenido) para no actualizar la ecotasa del aceite usado que lleva congelada desde 2007. Nadie en España, ni gestores, ni productores ni la Administración, se opone a la actualización de la ecotasa. Es una posición unilateral de SIGAUS que tiene graves consecuencias: Impide compensar correctamente los costes de gestión de los aceites usados y cercena la gratuidad de la recogida. 

Pero no es el único SIG en España. Todos los talleres conocen a SIGAUS, pero ¿cuántos talleres en España conocen a SIGPI? ¿Cuántos productores de aceites industriales usados han sido contactados por SIGPI? ¿Cuántos de ellos saben que además un 4,5% de los lubricantes que circulan cada año por España no pagan la gestión del aceite usado y no pasa nada? ¿Cuántos talleres en España saben que en infinidad de casos su gestor de aceites usados no va a cobrar del fabricante ni un euro por el 12% del aceite usado que le está recogiendo? Por este camino también se acaba con la gratuidad de la recogida. 

Es una gran noticia que el MAGRAMA ratifique sin dejar lugar a dudas que los fabricantes de aceites industriales han de financiar al 100% la gestión de los aceites usados. Los de SIGAUS más los de SIGPI más los prófugos. Ahora esto hay que implementarlo. 

Después de este pronunciamiento del MAGRAMA en funciones, ciertamente va a hacer falta que el nuevo Gobierno promulgue al menos una Orden Ministerial para que exista un verdadero control de la financiación que deben de aportar los fabricantes al 100%. Para que todos presenten un presupuesto anual creíble. Para que financien todos ellos y todo el residuo. Para que financien a todos los gestores por igual y de forma transparente. Para que quede garantizada la recogida universal y gratuita de los aceites usados con el dinero preciso y menos propaganda: El RD 679/2006 no es perfecto, las autorizaciones autonómicas de los SIG tampoco, y entre tanta norma se ha generado un sistema de “agujeros” que los fabricantes vienen gestionando fuera del control econ´mico efectivo de las Administraciones Públicas desde 2007. La propia Administración debe avalar que no paguen justos por pecadores, para que talleres, productores y gestores no costeen lo que los fabricantes eluden pagar. Al menos es lo que los administrados esperamos de las Administraciones Públicas.