Join Life. La nueva línea de ropa sostenible de Zara
Zara lanzó una nueva línea de ropa sustentable en un movimiento que apuesta por un mercado que está dispuesto a pagar más por estos productos, que propone un menor impacto ambiental emparejandose con nuevas tendencias de consumo.
La nueva línea llamada por la marca Join Life recurre a la utilización de telas como el algodón orgánico, la lana reciclada y el tencel, que es un material fabricado a partir de la pulpa de madera producida en bosques sustentables.
Como estrategia de diseño se apostó por atender a consumidoras mujeres con prendas que destacan por contar con trazos usados en el diseño de prendas masculinizadas, tendencia que crece en el mercado de moda, donde los estereotipos están quedando de lado ante marcas cada vez más interesadas por estrategias publicitarias con las que identifiquen un interés por su día a día, donde la realidad sin exageraciones de perfección, quedan detrás ante el avance de la naturalidad como nueva estrategia de mercadotecnia.
Esta colección lanzada por Zara tuvo su inicio con una campaña de reciclaje de prendas, implementada en sus tiendas de España.
Dicha acción junto a otras que han implementado cadenas de retail de moda como H&M, creó un fenómeno de recolección de ropa con el que se busca reciclar las telas con dos objetivos: darle un segundo uso a las prendas en buen estado y reutilizar en otros productos las telas de estos productos.
Al principio del artículo hablamos de un consumidor dispuesto a pagar por la sostenibilidad. Datos de Nielsen revelaron en 2014 que en regiones como Latinoamérica el 64% de los consumidores estaba dispuesto a pagar más por productos de compañías con responsabilidad social. A nivel mundial este porcentaje fue de 55%.
Es importante ver que las marcas con una importante participación en la industria de la moda a nivel mundial, están apostando por medidas de sustentabilidad, que vistas desde el volumen representan un impacto dentro de un mercado de moda que en este contexto internacional alcanzó un valor de 1.2 trillones de dólares en 2015.