Baleares produce 763 kilos de residuos por habitante y año, y la mayoría (629 kilos) van a parar a la fracción de rechazo y por tanto no se reciclan, según un informe de la organización Rezero, que puntualiza que teniendo en cuenta la población flotante (añadiendo al cálculo el indicador de presión humana) la cifra baja a 573 kilos por habitante y año.

No obstante, el dato continúa situando a Baleares a la cabeza de las comunidades con mayor generación de residuos. En este contexto, la directora de Rezero, Rosa García, ha incidido en la necesidad de no "centrar la culpabilización" en el ciudadano, y ha apelado a la responsabilidad de los productores, que "ponen en el mercado productos que no están diseñados ni pensados para ser reutilizados o reciclados".