Campaña a pie de calle en Barcelona para mejorar la limpieza del espacio público
Cien informadores sensibilizarán a los vecinos, los comercios y los turistas de la ciudad sobre cómo reducir la generación de residuos y mejorar la limpieza de las calles. La campaña empieza este mes de febrero y durará hasta el mes de enero del año que viene.
“Para que Barcelona esté limpia, es necesaria una mejora continua de los servicios municipales y la corresponsabilidad de la ciudadanía.” Con estas palabras el comisionado de Ecología, Frederic Ximeno, explica que esta campaña pretende que la ciudadanía y los comerciantes tengan más información y sensibilidad sobre los servicios de limpieza viaria y sobre los sistemas de recogida de residuos, y que se impliquen más en el mantenimiento del orden y la limpieza. Entre los objetivos previstos, destacan:
- Identificar y corregir las malas prácticas de la ciudadanía.
- Identificar a los comercios que gestionan incorrectamente los residuos que generan.
- Mejorar la percepción ciudadana sobre la limpieza de la ciudad.
- Sensibilizar a la población sobre la necesidad de colaboración en el mantenimiento de la limpieza de las calles.
- Sensibilizar a los comercios e implicarlos en la correcta separación de los residuos.
Para conseguirlo, la campaña contará con 100 informadores (80 para dar información al vecindario y 20 en los comercios) y 6 coordinadores, que se dirigirán directamente al vecindario de la ciudad, los turistas, las entidades, los propietarios de animales de compañía y los establecimientos comerciales, especialmente los del sector de la restauración. Los educadores estarán a pie de calle todo el día (de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 21.00 horas).
El perfil de los educadores es variado, y casi todos proceden del sector del medio ambiente o del ámbito científico, seguido del mundo social. Entre los informadores hay nacionalidades distintas, y se han priorizado a las personas procedentes de países con mucha presencia en Barcelona, como los países árabes, Pakistán, China o Filipinas. Entre los informadores también hay personas que dominan varias lenguas con el fin de poder dirigirse al público extranjero y a los turistas. “La intención es que se establezca una relación próxima y directa con la ciudadanía, y por eso hemos seleccionado a personas de nacionalidades diversas”, ha explicado Frederic Ximeno.
Los educadores trabajan con mesillas táctiles y con un sistema informático que permitirá procesar y analizar todos los datos y la información recogidos. Según Ximeno, “esta información constante nos llevará a tomar decisiones y medidas para valorar si tenemos que organizar otras campañas más específicas”.
La campaña tiene un presupuesto de 4 millones de euros, que provienen del paquete de comunicación previsto en el contrato de recogida de residuos.