Castellón activará a principios de año la recogida selectiva de basura orgánica
El Ayuntamiento de Castellón tiene intención de activar a principios de año el nuevo sistema para la recogida selectiva de la basura orgánica, un proyecto que contempla en su fase piloto instalar los contenedores marrones en el entorno de la calle San Roque con Alcalde Tárrega, una parte del Raval Universitari y la zona centro, lo que implicará a unos 7.600 vecinos. Así lo explicó ayer el concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, quien desgranó el presupuesto destinado en 2017 para una de las áreas que gestiona, la de servicios y arquitectura urbanos.
Simó, en su comparecencia, explicó que, de los 170,8 millones del presupuesto de 2017, se destinará a servicios urbanos 47 millones, que supone invertir uno de cada cuatro euros de las cuentas globales. La limpieza, el mantenimiento de la ciudad, la recogida de residuos sólidos urbanos o el servicio de alumbrado público son algunas de las claves de este departamento. Simó explicó que esta partida incluye los grandes contratos, las brigadas municipales, los ingenieros de la casa y una buena parte de las inversiones, dejando de lado las inversiones correspondientes a la Estrategia de Desarrollo Urbanos Sostenible (Edusi).
Uno de los apartados más importantes es el de la limpieza viaria y recogida de residuos sólidos, que llegará a los 16,5 millones de euros. Será además 2017 el año de la implantación de los citados contenedores marrones, que vendrá acompañada por "una campaña de concienciación ciudadana para que se implique en la necesaria recogida selectiva de los residuos orgánicos".
El "esfuerzo" que, según Simó, realiza el equipo de gobierno en el área de limpieza se concreta en el hecho de que "de enero de 2015 a 2017 tendremos a unas 30 personas más trabajando en este servicios". Otro de los grandes contratos es el de la factura eléctrica, con 5,5 millones de euros, que aumenta un 8 % para recuperar parte de la iluminación suprimida con los recortes. Según el edil, en época del PP se cortó por lo sano "y se decidió apagar una de cada tres farolas". Ahora, se pretende ir recuperando de forma progresiva "la luz de la ciudad".
Simó destacó que se ha separado en dos contratos la limpieza de alcantarillado, que estará dotada con 156.000 euros, y la conservación del bombeo, con 497.000 euros, consiguiendo así una disminución del precio del 10% pero aumentado las prestaciones un 20% para mejorar los servicios que se prestan a la ciudadanía. Por otro lado, anunció dos nuevas partidas "de gran ayuda para los técnicos municipales" debido a la necesidad de obtener asistencias técnicas para aligerar el trabajo ocasionado por el aumento de inversiones. Así, se destinará una genérica de 150.000 euros y otra específica para la Marjaleria de 60.000 euros.