La empresa de bebidas no alcohólicas, presente en más de 200 países, quiere que para 2030 reciclar una lata o una botella por cada bebida vendida. El objetivo de la empresa es que para ese año todos sus envases del mundo sean 100% reciclables.

Coca-Cola busca ser una empresa líder en la reducción de materias y desechos plásticos que invaden los océanos y pretende invertir millones de dólares para educar y sensibilizar a los consumidores sobre la contaminación que provocan los plásticos en el mar, así como sobre las ventajas del reciclaje. "Los consumidores de todo el mundo se preocupan por nuestro planeta. Quieren y esperan que compañías como la nuestra sean líderes y ayuden a hacer posible un mundo libre de desechos", afirma la dirección de la multinacional en un comunicado.

La campaña, bautizada "World Without Waste" (Un mundo sin desechos), busca mejorar la imagen de Coca-Cola en momentos en que el público general, accionistas e inversores piden a las empresas multinacionales a tener mayor conciencia cívica respecto a las cuestiones medioambientales  La compañía también continuará trabajando en equipo con comunidades locales, Organizaciones no Gubernamentales, colegas de la industria y consumidores para ayudar a que el reciclaje sea más fácil y accesible para todos mejorando los sistemas locales de reciclaje y generando un cambio de política que respalde una economía verdaderamente circular.