Crece la inversión sostenible en España, centrada en proyectos sociales y medioambientales

La inversión sostenible supuso en España un total de 285.454 millones de euros en 2019, así lo lo constata el estudio Spainsif 2020 sobre La inversión sostenible y responsable en España recientemente publicado. Según el estudio, la inversión sostenible o socialmente responsable, conocida por sus siglas ISR, es aquella que sigue una política que, adicionalmente a los aspectos financieros, considera criterios ambientales, sociales y de buen gobierno.
Una de las tendencias observadas es que aunque tradicionalmente la parte ambiental ha supuesto la mayor ratio de la inversión sostenible en nuestro país, los aspectos sociales siempre se han contemplado, con una relevancia creciente en estos últimos años y especialmente en este 2020, que ha quedado marcado por la emergencia sanitaria.
El estudio se ha elaborado a partir de la información de 33 gestoras y propietarios de activos, que representan el 65% del total del mercado. Los activos gestionados bajo esta política alcanzaron los 285.454 millones de euros en 2019. Este dato supone la consolidación de la tendencia alcista que este tipo de inversión ha seguido en los últimos años, ganando peso con respecto al total, indica Spainsif.
Aunque tradicionalmente el medio ambiente ha supuesto gran parte de la inversión sostenible, como cuestiones sociales que se tienen en consideración en la ISR se incluyen aspectos de explotación laboral, derechos humanos, discriminación, diversidad e inclusión social, entre otros, señala el informe. El crecimiento de los modelos comerciales circulares requerirá cambios estructurales y tecnológicos que necesitan de una inversión inicial fuerte para poder ser viables.
En cuanto al marco regulatorio europeo, hay que destacar la Directiva europea de información no financiera traspuesta a la legislación española en 2018, que presta especial atención a los aspectos sociales de diversidad, género, distribución del trabajo, relaciones con partes interesadas y efectos sobre la comunidad, de los que tienen ya obligación de reportar muchas empresas. Aunque no existe una metodología unificada de reporting, y eso complica la comparabilidad además de generar confusión, es reseñable la aportación de las principales iniciativas internacionales en la materia.
Teniendo en cuenta que el enfoque del estudio está centrado en el año 2019, no se puede cuantificar el impacto que la COVID-19 pueda haber tenido en la ISR. Sin embargo, en diversos informes se ha constatado que la resiliencia de los fondos ASG es mayor que la de los fondos de características similares en su composición de renta fija/renta variable que no integran aspectos de ASG.
Diferentes iniciativas, planes e instrumentos confluyen en la actualidad más inmediata y hacen que la inversión basada en criterios ASG reciba un importante impulso y aumente en importancia y cuota de mercado. Por ejemplo, una de estas iniciativas es el llamado Pacto Verde Europeo o European Green Deal. Este plan de acción permitirá alcanzar en 2050 una economía sostenible, neutra en emisiones de gases de efecto invernadero, que posibilite restaurar la biodiversidad y reducir la contaminación, haciendo un uso eficiente de los recursos, señala el portal Compromiso Empresarial, en su análisis del trabajo de Spainsif.
[Esta noticia fue publicada originalmente en El Ágora. Leer el original aquí]