La Fundación Ecomar ha donado este lunes 30.000 latas de refrescos al Banco de Alimentos de Madrid, en colaboración con Coca-Cola, tras su iniciativa educativa de limpieza de costas desarrollada a lo largo del año en España y Portugal, en la que los jóvenes voluntarios han recogido 1.251 kilos de residuos.

“De todas las ediciones en las que hemos llevado a cabo esta actividad de reciclaje con los más pequeños, este año ha sido el que más kilos hemos recogido”, residuos que ahora se convierte en refrescos para los más desfavorecidos en virtud del acuerdo entre Ecomar y la marca de refresco ha asegurado a Efeverde Theresa Zabell, presidenta de la Fundación Ecomar.

LIMPIEZA DE COSTAS

Una de las novedades que ha presentado la limpieza de costas esta temporada es el recuento de los materiales recogidos en cada una de las acciones y que se han aportado a las asociaciones Ocean Conservancy y Ambiente Europeo, para obtener información estadística sobre residuos marinos “y disponer de una herramienta que cree la conciencia social necesaria para contribuir a reducir la cantidad de basura que llega al mar”.

Las búsquedas de los talleres infantiles se han desarrollado este año en seis espacios seleccionados: Mallorca, Punta Umbría (Huelva), Villagarcía de Arosa (Pontevedra), Oeiras (Lisboa), Jávea (Alicante) y Medina de Rioseco (Valladolid).

En cuanto a los tipos de desechos que han predominado, “en los equipos de trabajo han establecido un cuaderno de bitácora con los desperdicios encontrados, entre los que destacan plásticos de todo tipo, bolsas, latas, botellas y, sobre todo, colillas de cigarrillos”, según Theresa Zabell.

“La zona en la que más desperdicios encontramos fue Punta Umbría, donde conseguimos reunir cerca de 600 kilos e incluso necesitamos ayuda de la Guardia Civil para poder llevar la carga desde el islote donde hicimos la batida hasta la costa”, ha afirmado Zabell, que reconoce que “lo más interesante es ver cómo los más pequeños transmiten los valores que aprenden a sus padres y a su entorno familiar, pues está en sus manos desarrollar conductas que no dañen el medioambiente ahora y en el futuro”.

Según los organizadores, esta tarea nació con el objetivo de concienciar a los más pequeños sobre la importancia de evitar ensuciar el espacio marítimo y las costas, así como crear una red de voluntarios para recoger la basura que ya existe en ellas.

Es importante “insistir en la necesidad de reciclar los residuos depositándolos en los contenedores correspondientes”, tareas por las que “seguirán apostando en próximas ediciones, ya que aún queda mucho camino por recorrer”, ha señalado la medallista olímplica. Efeverde