El centro de Barcelona suspende en limpieza y recogida de residuos
Las calles del centro de Barcelona están más sucias que el verano pasado. Así lo indica una auditoría sobre la calidad del espacio público durante los meses de verano que hace semanalmente para el Ayuntamiento una empresa especializada en el control de calidad de servicios públicos.
El documento de trabajo interno indica que el distrito de Ciutat Vella es el que peor estado presenta. Suspende en limpieza con un 4,58 y en calidad del espacio público con un 4,92. Ambos aspectos obtenían más de un 5 en la auditoría de hace un año.
El Raval es el auténtico punto negro de la ciudad. Ahí se sitúa el índice de limpieza más bajo: un 3,32, dos puntos y medio por debajo de la media de la zona sobre la que se actúa en la campaña de verano. Lo mismo pasa en el análisis pormenorizado de distintos aspectos: higiene, papeleras, contenedores, mobiliario... en todos los aspectos analizados el Raval obtiene indicadores muy por debajo del resto de la ciudad. Siempre ha sido un punto especialmente complicado para las brigadas de limpieza por la gran cantidad de gente que usa el espacio público pero en los últimos años se había conseguido mejorar y acercar al resto de la ciudad. Este verano ha vuelto a caer a los niveles más bajos.
El resto de los distritos sí consiguen el aprobado, pero en algunos casos el diferencial negativo respecto al 2015 es alarmante. La zona estudiada del distrito de Sant Martí se queda con un 5,32 de limpieza cuando hace justo un año obtenía un 7,48. Coincide con las quejas de un aumento del turismo en el Poblenou.
El empeoramiento de la calidad respecto al 2015 es de alrededor un punto en el Eixample, en Sants-Montjuïc y en el global de las zonas con un refuerzo especial durante los meses de verano. Esto incluye la Sagrada Família y el barrio de la Dreta de l’Eixample, la Font Màgica de Montjuïc, el Park Güell, la rambla del Poblenou y el frente marítimo.
Todo esto sucede pese a que el Ayuntamiento anunció a principios de verano que reforzaba los servicios de limpieza y recogida de residuos durante la temporada alta con 194 operarios más. En el caso de Ciutat Vella, además, hay en marcha un plan especial con 47 agentes cívicos para disuadir de actos incívicos y seis nuevos urinarios que, según los indicadores de la auditoría, parecen no haber tenido mucho éxito.
La otra cara de la moneda es Gràcia, donde también hay desde hace unos meses un dispositivo intensivo de limpieza de las plazas. Es el único distrito que experimenta una mejora respecto al año anterior, aunque hay que tener en cuenta que el informe corresponde a una foto fija realizada entre el 8 y el 14 de agosto, justo la semana previa a la fiesta mayor del barrio.
La suciedad es el tercer problema que más incomoda a los barceloneses según la última encuesta de servicios municipales, tan sólo por detrás del paro y la inseguridad.