El corredor verde del Guadiamar, un laboratorio natural 20 años después del vertido de Aznalcóllar

El corredor verde del río Guadiamar se ha transformado en un "laboratorio natural" cuando se cumple el vigésimo aniversario del desastre ambiental provocado por la rotura de una balsa de residuos de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), ha dicho hoy el consejero andaluz de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal. Este accidente desató una respuesta social que fue germen del voluntariado ambiental en España.
En una rueda de prensa, Fiscal ha señalado que el corredor verde es un pasillo natural de más de 60 kilómetros, esencial para el paso de fauna silvestre entre el Espacio Natural de Doñana, su área de influencia, y Sierra Morena. En él y desde el accidente en 1998 se ha eliminado la contaminación, se han mejorado sus condiciones ecológicas y fomentado la creación de hábitats originarios.
El consejero ha indicado que la recuperación del Guadiamar desarrollada hasta 2003, que supuso una inversión de 165,3 millones de euros, ha sido uno de los mayores proyectos de restauración ambiental de zonas contaminadas emprendidos a nivel mundial. Esos trabajos han servido de modelo para la recuperación de otros enclaves que han sufrido accidentes medioambientales en Europa, como la cuenca del Danubio que resultó afectada por un vertido de cianuro en 2010, ha recordado.
La Junta de Andalucía impulsó un plan de regeneración, forestación y restauración hidrológica-forestal en los suelos de forma previa a la plantación de 1,7 millones de árboles y arbustos, lo que ha repercutido de forma positiva en la calidad de las aguas que abastecen los espacios protegidos de Doñana y del estuario del Guadalquivir, según un comunicado de la Consejería del Medio Ambiente. Esta administración además incluyó el corredor verde del Guadiamar en la Red de Espacios Naturales de Andalucía en 2003 al declararlo como “Paisaje Protegido”. Con 2.706,8 hectáreas repartidas entre los municipios sevillanos de Aznalcázar, Benacazón, Huévar, Olivares, Sanlúcar La Mayor y Villamanrique de La Condesa, fue el primer entorno puesto bajo esta figura en la comunidad.
Por su parte, el alcalde de Sanlúcar La Mayor (Sevilla), Raúl Castilla Gutiérrez, ha señalado el potencial de recuperación para hacer que el pasaje sea motor de desarrollo económico donde con un turismo sostenible permita la convivencia y el cuidado de este entorno. El alcalde también ha mencionado la capacidad de este territorio de generar empleo en proyectos industriales de energías renovables y explica que “se puede crecer económicamente sin dañar un entorno que no es nuestro sino de las generaciones futuras.”
En relación a la mejora ecológica experimentada a lo largo de los años, Fiscal ha subrayado los buenos indicadores tanto del río como de la flora y la fauna del entorno donde se han censado 144 especies de aves y la red de equipamiento de uso público como el sendero paralelo al cauce, el carril bici, un observatorio de la naturaleza, dos áreas recreativas y el centro de visitantes.