El grupo de WhatsApp que declaró la guerra a los plásticos en la playa de Cádiz
La joven Ana Peralta decidió pasar a la acción el transcurso una jornada playera: "Vi un montón de plásticos en la arena y ya estaba harta". Creó el grupo Zero Waste Cádiz con la idea de organizar quedadas diarias de voluntarios para limpiar de plásticos la playa al atardecer. De la idea de Peralta a su materialización apenas pasaron cuatro días. "Convoqué la primera quedada por Instagram el 21 de junio. Creamos un grupo de WhatsApp y el 24 ya habíamos empezado", reconoce esta estudiante de grado de Guía Turística de 22 años. Y ya, en el epílogo del verano, son más de un centenar de voluntarios con una media de más de una docena de jóvenes por quedada. Tienen entre los 17 y los 30 años y muchos de ellos ni se conocían antes de animarse a participar de Zero Waste Cádiz. Se concentran periódicamente una o dos veces por semana, al ocaso, para hacer sus batidas de limpieza en la playa y en cada encuentro recogen hasta 200 kilos de basura.
"Me lo paso bien recogiendo. Lo hago porque cada vez que veo la basura en la arena me duele", reconoce Marina Rodríguez, de 17 años. Ella es una de los 13 que participan en la quedada de este domingo de finales del verano, convocada en la playa de La Victoria, en las inmediaciones del hotel homónimo. El sol empieza a descolgarse por el horizonte y el grupo empieza la faena entre los bañistas que apuran el día junto al mar. Bastoncillos, colillas, tetrabriks, envoltorios, paquetes... El grupo peina la playa en una batida en la que pescan con sus manos todo lo que aciertan a ver en la arena. "Normalmente, son plásticos lo que recogemos, aunque nos encontramos de todo, globos, compresas o tampones. Una vez me encontré un test de embarazo, por cierto, era negativo", recuerda Peralta entre risas. A su lado, Pablo Rojas, un informático de 31 años, asiente: "Nos hemos encontrado trozos de caucho o de paquetes de patatas que hace años que no se fabrican".
Mientras hablan, la búsqueda continúa. No ha transcurrido ni media hora y Peralta ya tiene un tercio de su bolsa de basura llena de colillas y todo tipo de plásticos. "Intentamos empezar por la orilla, para evitar que el mar se los lleve y acaben convertidos en microplásticos", explica la joven. Hoy el día no está deparando grandes sorpresas, no como otra de las quedadas en las que llegaron a encontrarse un tacón, limas de uñas o una bolsa de un invernadero de Extremadura.
Lo que estos jóvenes gaditanos persiguen es visualizar el problema que los residuos generan en entornos naturales como la playa y el daño que originan en el mar. "La gente no está educada", reconoce Peralta. De ahí que justo hayan optado por denominarse como un movimiento global que propugna la necesidad de implicar a la sociedad en reducir al máximo la generación de residuos. De hecho, ante el próximo fin de las jornadas de playa, el grupo ya plantea cómo mantener la vida de su movimiento más allá del verano. "En invierno no se genera tanta basura en las playas, pero queremos seguir adelante", explica la portavoz. "A mí me gustaría seguir", añade Rodríguez, pese a que dentro de poco continuará con sus clases de Bachillerato. Y es, precisamente, en las aulas donde Zero Waste Cádiz quiere encontrar refugio de cara al curso que arranca. El movimiento plantea ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Cádiz para "poder dar charlas y organizar actividades en centros educativos sobre cómo afecta la presencia de plástico a los mares", remacha Peralta orgullosa.