El nuevo plan de residuos de Gipuzkoa se aprobará el próximo 6 de marzo
El largo conflicto de la gestión de los residuos en Gipuzkoa parece estar escribiendo sus capítulos finales. A falta de pocos meses para que el complejo de Zubieta esté a pleno rendimiento, lo que permitirá que por primera vez desde que se clausuraran los vertederos el territorio sea autosuficiente en el tratamiento de la basura que genera, el Gobierno foral dio ayer un nuevo paso adelante al superar la primera parte de la tramitación del nuevo Plan de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG) para el periodo 2019-2030. Un plan que será aprobado definitivamente el próximo 6 de marzo, que hace suyos los criterios sociales, económicos y medioambientales de los países europeos más avanzados en esta materia y que fija tasas de reciclaje del 70% para el año 2030.
“Se ha dejado atrás la parálisis y el clima de enfrentamiento para dar respuesta a un problema que estaba enquistado en Gipuzkoa y que, en los próximos meses contará con una solución”. Con estas palabras defendió el diputado general, Markel Olano, la gestión de su Gobierno en esta materia. Y lo hizo acompañado por el teniente de diputado general, Denis Itxaso, y el titular del área, José Ignacio Asensio, quienes ofrecieron una rueda de prensa en las Juntas Generales inmediatamente después de que el plan hubiera superado las enmiendas a la totalidad presentadas por EH Bildu y Podemos.
Los responsables forales explicaron que el nuevo PIGRUG establece como sus objetivos “maximizar la prevención, optimizar al máximo la recogida selectiva y el reciclaje, avanzar al máximo en el compostaje y la biometanización de la materia orgánica, valorizar la totalidad de los residuos no reciclables y el vertido cero de los residuos primarios”.