Pamplona. Finaliza después de tres años la campaña voluntaria de gestión separada de materia orgánica
Tres años de trabajo repartidos en cuatro fases y un 44% de aceptación. Son los datos de la campaña voluntaria de gestión separada de materia orgánica mediante el 5º contenedor o compostaje puesta en marcha en la Comarca de Pamplona por la Mancomunidad a finales de 2013, y que ha terminado esta semana.
Para algunos son cifras dignas a partir de las que seguir avanzando. Para otros un balance catastrófico porque más de la mitad de los destinatarios de la campaña o no se han enterado del asunto o les da bastante igual. Con el vaso medio lleno o medio vacío, parece claro que el primer responsable es el ciudadano y que sobre la mesa queda mucho trabajo para aumentar el porcentaje y cumplir con las directrices europeas.
“Es una cifra mejorable, pero no es un mal punto de partida”, explican desde la propia MCP. “El cambio de hábito requiere mucha información y margen de tiempo suficiente para superar la inercia de lo que se venía haciendo hasta ahora”, continúan. “En todo caso, el objetivo es reducir todo lo posible este período de adaptación a la nueva realidad, por lo que la Mancomunidad sigue trabajando, destinando recursos y marcándose objetivos exigentes”, explica el organismo.
“La cifra cada vez es mejor. Lo preocupante es que, de ese 44%, lo que efectivamente se separa es el 17% de la materia orgánica, un dato paupérrimo”, dice Juanma Hernández, miembro de Ekologistak Martxan. “Es bastante para lo que podía haber sido. No está tan mal”, cuenta por su parte Martin Zelaia, de Sustrai Erakuntza. “No hemos alcanzado ni el 50% de las inscripciones, está claro que es poco”, argumenta por último Manolo Romero, miembro de la Permanente de la MCP y alcalde del Valle de Aranguren, especialmente interesado en esto de separar bien la basura porque a día de hoy a Góngora van a enterrarse el 93% de los residuos urbanos que generamos.
LA DISYUNTIVA
A lo largo de estos tres años de campaña la MCP no se ha cansado de repetir que la recuperación de la materia orgánica es una responsabilidad de todos que viene impuesta por la legislación. Dice que es obligatorio, pero no obliga.
“A ver cómo le damos la vuelta a esto y entra en la cabeza de la gente que como el resto del reciclaje, vidrio, cartón, etc el de la materia orgánica también es obligatorio. Tenemos que ir adaptando esa conciencia y ponernos las pilas, pero se dan mensajes contradictorios diciendo que es voluntario. Me da la sensación de que la sociedad recibe que el que quiere y es más guay puede reciclar, pero que si no se hace tampoco pasa nada”, dice Zelaia. “Yo soy de Sakana, aquí han decidido poner el puerta a puerta y no nos han dicho ‘oye, tú si no quieres no lo hagas’. Si se decide poner el 5º contenedor, tiene que ser para todos”, explica.
“Si a las personas les das la opción de inscribirse, también les estás dando la opción de no cumplir. Y eso es un error. No hay por qué inscribirse, hay que cumplir. El 100% de los ciudadanos”, coincide Romero.
“Habrá que seguir incidiendo en la tarea de concienciar a la ciudadanía para que nos demos cuenta de la cantidad de residuos que generamos y corresponsabilizarnos”, cuenta Hernández, que pone un ejemplo escatológico pero muy gráfico. “De la misma forma que no defecamos en el fregadero, también tenemos que separar los diferentes tipos de materia del hogar”, explica.
“La MCP tiene que tener una estructura de personas de la casa dedicadas a la información y dinamización. Estas actuaciones no se pueden dar a empresas ajenas, que para nada tienen que ver con alguien de la casa que trabaje con una sensibilidad especial el tema de residuos. No solo en campañas en medios de comunicación; también personalizadas, acudiendo a los domicilios, explicando qué consecuencias tiene no colaborar e incluso haciendo experiencias por barrios de vaciar el contenedor y ver qué hay dentro”, dice Romero, y así lo ha manifestado su grupo en la MCP.
ALTERNATIVAS
“Primero hay que potenciar muchísimo el encuentro con las personas para que se den cuenta de que esto es fundamental. Después un planteamiento claro de los objetivos y un reglamento sancionador. Sí o sí porque la ley lo exige y está para cumplirla”, asegura Romero, quien también echa un falta una ordenanza a este respecto por parte de la MCP.
“Desde la administración habrá que empujar al ciudadano, presionarle o incentivarle para que colabore, porque es la pieza fundamental”, dice Hernández, partidario igualmente de multar. Reconoce que no es popular, pero “tampoco pagar impuestos, y hay que hacerlo si queremos colegios y hospitales”. Y pone como ejemplo a los inspectores que revisan las bolsas de los vecinos en algunos países de Europa, “y multan a quienes no reciclan eficientemente”.
En el lado opuesto del palo está la zanahoria; premiar a los que sí cumplen. Hernández y Romero consideran esta medida oportuna, aunque el alcalde de Aranguren matiza que “debe ser en el conjunto de una zona y para destinarlo a una experiencia piloto. La bonificación individualizada, por ejemplo en un edificio de Sancho el Fuerte, va a ser muy difícil a no ser que montemos un sistema de tarjeta y control sobre la persona y dónde vierte”, explica.
RETOS DE FUTURO
Dicen desde la MCP que “para 2017 se dedica una importante partida a seguir incentivando no sólo las inscripciones, sino la separación real en los hogares para derivar al compostador o al 5º contenedor la materia orgánica que aún continúa depositándose en el contenedor de resto”.
Hernández se felicita de que se termine de desterrar “la incineración y los grandes vertederos, que han pasado de moda por ineficientes, costosos y medioambientalmente muy perjudiciales”. Y Zelaia ve en el compostaje la mejor de las soluciones: “La parte que más nos interesa de los residuos es que se traten localmente para evitar costos, consumos energéticos, gases de efecto invernadero, etc. Hay que ponerse las pilas para organizar un sistema de compostaje personal o de barrio”, detalla. Hernández ve positiva esta medida aunque, de nuevo a sabiendas de su impopularidad, apuesta por el sistema puerta a puerta, “el más efectivo y a la larga el menos costoso”.
LAS CLAVES
Góngora. A día de hoy, el 93% de los residuos urbanos se entierran en Góngora... y la planta tiene como fecha de cierre 2022. Urge buscar alternativas y empezar ya.
Plan de residuos. El Plan de residuos aprobado por la MCP plantea una planta para recuperar la basura del contenedor verde y otra de compostaje para la materia orgánica del 5º contenedor.
Reciclaje por edades. Con datos de 2015, el 55% de los mayores de 65 emplean “siempre” el 5º contenedor; lo hace el 50% en la franja entre los 45 y 64 años; un 40% de 30 a 44 años y un 45% de 18 a 29 años.
Inscripciones abiertas. Aunque la campaña ha concluido las inscripciones para el 5º contenedor siguen abiertas. Los interesados pueden llamar al 948 42 32 42, enviar un mensaje de WhatsApp con el texto Inscripción recogida orgánica al 628448844, acudir a las oficinas de la MCP o a su página web www.mcp.es.