El reciclaje de teléfonos móviles en Argentina
La tecnología de los teléfonos móviles ha ido avanzando a pasos agigantados a través de los años. Esta innovación constante, sumada al desgaste propio de un dispositivo que nos acompaña a todos lados, vuelve más frecuente la necesidad de cambiarlo.
Según la consultora Carrier y Asociados, en Argentina se venden mensualmente 800.000 teléfonos móviles, lo que significa que cada tres años todos los teléfonos que hay en el país se renuevan. Y por ende, una cantidad igual queda obsoleta e inutilizada. El problema se presenta a la hora de deshacernos de esos teléfonos móviles viejos.
La alternativa surge de la mano de empresas que reciben teléfonos móviles y posteriormente reciclan sus componentes. Reciclarg es una de ellas. Desde Mendoza, busca descontaminar la región de residuos electrónicos por lo que trabaja con teléfonos móviles viejos, así como otros dispositivos.
"Nosotros vemos que muchas veces se potencia el cambio tecnológico pero no se planifica qué hacer con los residuos electrónicos”, expuso Farid Nallim, gerente general de la firma.
Para paliar las carencias en los servicios públicos, han instalado 9 puntos limpios en distintos espacios, como La Barraca, Palmares y la Universidad Aconcagua, entre otros. "El objetivo es que la gente pueda disponer allí los residuos electrónicos pequeños como teléfonos móviles, disquetes, cds, cargadores y tablets”, detalló.
Con estos contenedores quieren evitar que esta chatarra vaya al circuito formal del residuo sólido urbano. Pero otra razón fundamental es que los teléfonos móviles tienen dentro de sus circuitos metales preciosos como oro, plata y cobalto. "Si bien están presentes en ínfimas proporciones, a gran escala se pueden recuperar y volver a utilizar”, aseguró. De esta forma, según explicó, se evita enterrar material que luego se vuelve a extraer a través de las explotación de minas.
En Reciclarg, luego de recolectar teléfonos en desuso, separan los que funcionan de los que no. "Tenemos convenio con una empresa que compra los que funcionan y un cierto tipo de modelo, a los otros los desarmamos y se separan los distintos componentes que van a las industrias”, contó.
Al plástico lo venden localmente y al oro, la plata y el cobalto los recolectan para una futura exportación. "Todo el proceso implica mano de obra intensiva para separar los componentes”, aclaró Nallim.
CANJE Y RECEPCIÓN
Las mismas empresas que venden teléfonos móviles reciben aparatos y otros componentes. Movistar, por ejemplo, posee buzones en sus centros de atención a clientes de todo el país.
A la hora del tratamiento de estos residuos, cuentan con un proceso de logística donde se procede a evaluarlos y clasificarlos. "Aquellas partes que se encuentran en condiciones de uso se utilizan en el circuito de reparaciones y los que no, se clasifican como residuos para proceder a darles el tratamiento adecuado de acuerdo a la normativa vigente; para ello son enviados a un operador habilitado por la autoridad ambiental, quien acopia este tipo de residuos de distintas empresas y procede a su tratamiento”, añadieron.
RECAMBIO DE TELÉFONOS MÓVILES
Enrique Carrier, titular de Carrier y Asociados, asegura que en Argentina por mes se venden 800.000 teléfonos móviles, pero que en años anteriores se llegaba a un promedio de un millón. "En los últimos años estuvo en esos niveles pero este año cayó por la situación económica”, explicó este experto en internet, informática y telecomunicaciones.
Estos números arrojan que se hace una renovación total de los equipos cada tres años en todo el país. "En la mayoría de casos la renovación se da por dos cosas: por la actualización tecnológica y porque se trata de un producto que tiene mucho desgaste, mucho más que cualquier otro electrodoméstico”, expuso y añadió que los teléfonos suelen caerse, se rayan y por tanto uso se les termina agotando la batería.
Con respecto al destino de esos teléfonos móviles viejos, aseguró que hay iniciativas privadas, pero que no hay un plan o política generalizada al respecto: "Me parece que lo que se recicla termina siendo una proporción mínima en relación a lo que se descarta, porque surge la discusión: ¿quién paga el reciclado?, ¿el fabricante o el usuario?”.
CAMPAÑA OFICIAL
Desde la secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial de la Provincia adelantaron que están trabajando en una campaña de recolección de residuos electrónicos que será el segundo paso de una de pilas, a la que se sumarán luego de una propuesta nacional.
"La idea es ir más allá del tema de las pilas y trabajar con todos los residuos electrónicos, como teléfonos móviles y cargadores”, afirmaron desde el área gubernamental.
Por el momento no se ha decidido cuál será el destino de lo recolectado. "Se van a convocar reuniones con diferentes agrupaciones que se dedican al reciclado para que aporten y vayamos definiendo cómo la llevamos adelante”, añadieron.