El reciclaje sube un 8,4% más en Catalunya en 2018, alcanzando el 42% de residuos separados
La ciudadanía catalana recicló un 8,4% más en 2018, creciendo "por segundo año consecutivo" hasta llegar a 1,6 millones de toneladas separadas en los contenedores de reciclaje, que representan el 41,8% del total de los 3,9 millones de toneladas de residuos tirados a la basura. En rueda de prensa, el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet, ha explicado que los residuos generados en los municipios de Catalunya crecieron un 2,9% por cápita el año pasado, pero esta subida "está desacoplada del crecimiento económico" y no sube al mismo ritmo que el PIB, que creció un 3,3% en el mismo periodo, ha celebrado.
El contenedor que más creció en 2018 fue el de envases ligeros, con un 9,6% más recogido y llegando hasta 159.170 toneladas brutas, aunque es también el que tiene una mayor fracción de impropios: el 28,7% de los residuos que llegan no pueden reciclarse en esta fracción. La fracción orgánica aumentó un 7,47% respecto a 2017 hasta 414.618 toneladas (aunque el 13,2% son impropios), mientras que el papel y cartón reciclados subieron un 6,5% (hasta 314.428 toneladas) y el vidrio un 2% (un total de 19.085 toneladas), con solo un 6,3% y un 2% de impropios, respectivamente. De los 2,16 millones de toneladas que acabaron en la fracción de restos, un total de 771.671 toneladas fueron incineradas, mientras que 1,38 millones de toneladas han ido a depósitos controlados (el 34,8% del total de residuos), un porcentaje que deberá reducirse al 10% en 2030 según los objetivos de las directivas europeas.
La generación por cápita de residuos se ha situado en 1,43 kilogramos por habitante y día, y el director de la Agència Catalana de Residus (ARC), Josep Maria Tost, ha estimado que se sustraen de los contenedores hasta 180.277 toneladas de papel y cartón, a las que se suman cantidades de cobre, y que si no se sustrajeran permitirían llegar al 44% de reciclaje, y ha apuntado también el reto de aumentar el cartón recogido ante su mayor uso con el comercio digital. El reciclaje ahorró un total de 500.000 toneladas de CO2, equivalentes a la circulación de 500.000 coches, ya que generó 192.000 toneladas de CO2 frente a las 692.000 que habría provocado si no se hubieran separado los residuos.
Calvet ha confiado en llegar al objetivo de separar el 50% de los residuos en 2020 marcado por la Unión Europea debido al crecimiento en los últimos años: "A nosotros nos gustaría ir más allá", siendo conscientes de la actual alarma ambiental, por la que la Generalitat ya declaró la emergencia climática y trabaja en mejorar las energías renovables, descarbonizar la movilidad y mejorar la economía circular en gestión de residuos. También ha señalado que hace tiempo que trabajan en metodologías que recojan los envases para su reaprovechamiento, lo que han encargado a un grupo de trabajo del Parlament que creará la Comisión de Medio Ambiente y que espera que pueda ponerse en marcha en otoño, "con mucho trabajo ya elaborado".
Actualmente realizan el sistema “puerta a puerta” un total de 190 municipios (siendo Berga, en Barcelona, el de más habitantes), que prevén que aumenten a 240 en 2019 con la estabilidad política tras las elecciones, y el conseller ha destacado que "hay un paralelismo entre las comarcas que más recoge y los sistemas 'puerta a puerta", que logran un altísimo grado de separación, por lo que ve necesario aumentarlo, aunque es más difícil en grandes urbes. Así lo demuestra el ranking de las comarcas que más separan, que tienen 'puerta a puerta' en todas, y lo encabeza Osona (recicla el 62%) seguida de Priorat, Pallars Sobirà, Terra Alta, Moianès, Segarra, Garrotxa, Conca de Barberà, Montsià y Alt Urgell, todas por encima del 50% del reciclaje. Por contra, las comarcas que "peor" separan los residuos son la Cerdanya (recicla el 24,86%), Noguera, Segrià, Baix Penedès, Tarragonès, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB, donde se recicla el 36,1%), Garrigues, Garraf, Val d'Aran y la Selva.