El reciclaje, una asignatura más
No es una asignatura pero en dos colegios públicos de Benimaclet, el Carles Salvador y el Pare Català, lo asumen prácticamente como si lo fuera. La escuela marca el comportamiento de los adultos (al menos el de los padres) y ambos centros se han volcado con sus alumnos para que transmitan en casa los valores del reciclaje. El barrio, de hecho, ha sido escogido por el Ayuntamiento de Valencia para implantar el sistema de recogida selectiva de basura orgánica, un plan que comenzará a funcionar de manera pionera tanto en Benimaclet como en San Marcelino en los próximos meses. El objetivo municipal es que ambos barrios sirvan de experiencia piloto para que posteriormente el modelo se extienda el resto de la ciudad.
En el caso de Benimaclet, el consistorio ya ha comenzado los estudios para colocar el nuevo contenedor. Un recipiente en el que tendrá que verterse exclusivamente todo aquel residuo de carácter orgánico, con lo que se avanzaría en la separación de un material que puede ser reutilizado como compost. En el Carles Salvador, la iniciativa no suena a nueva. Al revés, sus responsables llevan mucho tiempo trabajando en la concienciación medioambiental y, por supuesto, en el reciclaje. "Vamos a colaborar en todo lo posible con el Ayuntamiento de Valencia en esta iniciativa. Estamos trabajando en el comedor para poder viabilizar la propuesta porque tenemos un espacio libre limitado pero la intención es comenzar a separar el residuo orgánico y que nuestros alumnos se puedan concienciar con los aspectos positivos del reciclaje", explica Vitxi Guijarro, la directora del centro.
A través de los niños, el colegio quiere que la idea del reciclaje se instale en sus casas. Los padres, de hecho, reconocen que el esfuerzo de los educadores llega plenamente. "Muchos padres ya nos han dicho que los niños tienen muy interiorizado el valor del medio ambiente", asegura la directora del centro.
VALORES
Los recursos de este centro de educación infantil y primaria ya están enfocados al cuidado del medio ambiente y a la importancia de evitar el consumo irresponsable. Por ejemplo, además del compromiso con el reciclaje de los 234 alumnos del centro educativo, la dirección ha apostado por un modelo especialmente sostenible. Así, los grifos están programados para que no permanezcan encendidos más de dos segundos y está prohibido que los bocadillos del almuerzo estén envueltos en papel de plata: "Pedimos que se utilice una bolsa, que tiene una vida útil más larga y se puede reutilizar. También cuidamos mucho la excesiva iluminación artificial y el uso de ventiladores", insiste Guijarro. También tienen un cuidado especial con el material escolar.
Así, incide Guijarro, no se compran libretas hasta que no se acaben las que ya tiene el colegio en uso o se reutilizan los lápices que los alumnos han utilizado durante el curso.
El colegio ya desarrolla diferentes actividades como la 'Festa del reciclem', una iniciativa en la que participan todos los cursos y en la que se enseña a los escolares los diferentes contenedores que conviven en la calle y cómo utilizar cada uno de ellos. No es la única actividad programada para el curso, puesto que también está pendiente una visita a una planta de reciclaje para que los menores conozcan de primera mano cómo se trata la basura y la importancia de la separación en origen.
Algo parecido sucede en el Pare Català, donde también se está colaborando con la iniciativa que pretende poner en marcha el Ayuntamiento de Valencia. La apuesta de los dos colegios es sumarse al programa de separación del material orgánico que se implantará en el barrio a través de sus empresas de cátering. El objetivo, concienciar a los escolares y, a la vez, lanzar un mensaje que llegue a casa.
UN PLAN DESDE BENIMACLET PARA TODA LA CIUDAD
La intención del Ayuntamiento de Valencia es implantar el quinto contenedor, específico de basura orgánica, en dos barrios de la ciudad: San Marcelino y Benimaclet. Será la experiencia piloto para, posteriormente, extender la iniciativa al resto de la ciudad. Los nuevos contenedores se instalarán en los próximos meses en los dos barrios y, para controlar la cantidad de residuos orgánicos que recogen actualmente los contenedores grises, ya se han realizado mediciones en todo el barrio. Se trata de mecanismos de control para después evaluar cómo está evolucionando la medida. De momento, se van a realizar dos mediciones de control a las que seguirá una tercera ya con el plan en marcha que permitirá conocer qué cantidad de basura orgánica y reciclable se ha retirado del contenedor gris.
La intención es que el proyecto arranque lo antes posible y desde la Concejalía de Medio Ambiente, coordinada por Pilar Soriano, han acelerado los plazos para que el quinto contenedor pueda estar en las calles de los dos barrios seleccionados antes de finalizar el año. No obstante, los plazos no son fijos y podría retrasarse la puesta en marcha a principios del año que viene. Este, el reciclado de basura orgánica, fue uno de los planes iniciales que desveló el alcalde, Joan Ribó, tras acceder a la Alcaldía. Y es que, entendía el primer edil que su separación puede contribuir a reducir el rechazo (la parte de la basura inservible) en las plantas de reciclaje y, además, a mejorar la calidad del abono resultante, que podría usarse en la huerta valenciana.