Siete entidades de la ONU se han unido, apoyadas por el Foro Económico Mundial y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) para lidiar con los desechos electrónicos, cuyas cifras alcanzan ahora mismo en torno a las 50 millones de toneladas de desechos electrónicos y eléctricos por año. El problema es que solo se recicla un 20 %de los mismos.

A este respecto, millones de personas en todo el mundo trabajan para deshacerse de los desechos electrónico, muchas veces en condiciones perjudiciales para la salud y el medio ambiente. Si nada cambia, la Universidad de las Naciones Unidas prevé que la cantidad alcanzar incluso los 120 millones de toneladas en 2050. Traducido a valor material: más de 62.500 millones de dólares (54 769 millones de euros) por año, una cifra superior al PIB de la mayoría de los países y tres veces la producción de las minas de plata del mundo.

El informe conjunto plantea abordar la electrónica desde una perspectiva de economía circular y colaborar con las principales marcas, pequeñas y medianas empresas (PYME), el mundo académico,los sindicatos, la sociedad civil y las asociaciones en un esfuerzo por cambiar el sistema. Los que se han sumado a esta iniciativa (marcas punteras, gobiernos y otras organizaciones) aspiran a crear cadenas de valor circulares globales y también se apuesta por nuevas tecnologías para crear modelos de negocio o hacerun mejor seguimiento de los productos y los programas de devolución.

De cara a la fabricación del futuro hay tres aspectos decisivos: la eficiencia de los materiales, la infraestructura de reciclaje y la ampliación del volumen y la calidad de los materiales reciclados. En este sentido, los autores del informe consideran que el sector electrónico podría lograr crear de millones de empleos dignos en todo el mundo.