En Guatemala el reciclaje de plástico genera 25 mil empleos directos
Unas 600 botellas de plástico se pueden trasformar en un banco para cuatro personas. Y unas cuantas menos son necesarias para hacer tablas, perfiles, tubos, cintas, marcos e incluso hojas de palmera de plastico. El plástico es tan versátil que se puede reciclar infinitas veces.
En Guatemala, las botellas, bolsas de plástico, mesas y sillas que acaban en la basura, si son correctamente desechadas, terminan en plantas de reciclaje y mueven una industria que exporta 40 millones de dólares en plástico reciclado. Genera 25 mil empleos directos y por lo menos otras 100 mil fuentes de trabajo indirectas, según datos de la Comisión de Plásticos de Agexport.
Según explica Guillermo Pineda, coordinador de la Comisión, en Guatemala se reciclan cerca de 50 kilos de plástico por habitante.
El proceso de reciclaje de una botella comienza en el momento en el que un camión de basura recoge los desechos de una casa, expone Pineda. Dentro del camión la basura es separada en “reciclables” y “desechos”. A su llegada a un vertedero la basura es descargada y separada nuevamente por recicladores.
Los recicladores venden el plástico, el aluminio y el papel a un intermediario que se encarga de recoger suficiente material. La empresa lleva el plástico a una recicladora donde se suele pagar 50 centavos por kilo de PET y 75 centavos por kilo de Polietileno. Y es justo luego de esto cuando comienza la verdadera transformación.
PLANTA DE RECICLAJE
Ecoplast está ubicada al lado de la planta de tratamiento de residuos de la zona 3 y desde hace 12 años se dedica a darle una nueva vida a botellas, empaques de frituras, bolsas de plástico entre otras cosas. Ernesto Gil dirige la compañía y recientemente ha apostado por la creación de muebles únicos hechos de plástico reciclado.
“Este es un taller de madera pero todo está hecho de plástico”, explica mientras se pasea por un cuarto donde se apilan tablas y tubos de distintos diámetros y grosores hechos de plástico 100% reciclado. Cuatro artesanos cortan y pegan las piezas de plástico para construir sillas, bancas, sillones, mesas, basureros y virtualmente cualquier cosa que se les ocurra.
Las piezas terminadas son el producto de un proceso que consiste en cinco pasos, explica Gil. Primero el plástico, que proviene del basurero en su mayoría, es lavado. Luego es triturado fino. La viruta de plástico es derretida para crear pequeñas bolitas que ya a este punto es materia prima para hacer nuevas piezas como guacales, cubetas, bolsas, tenedores, entre otras cosas.
No obstante, Ecoplast convierte el material reciclado en piezas de plástico que imitan a la madera. Una propuesta de valor que otorga todo el beneficio de la durabilidad el plástico y ayuda a reducir el impacto ambiental.
En promedio al basurero de la zona 3 entran 2 mil 500 toneladas de desechos, de los cuales el 10% es plástico y caucho. En Guatemala se recicla el 9% del plástico que se utiliza y la mayoría se queda en el mercado local.