¿Energía limpia a partir de la ropa? Las mil vidas del textil usado
Los europeos consumen de media casi 26 kilos de productos textiles y se desprenden de unos once kilos cada año. Esta ropa usada en ocasiones es exportada fuera de la Unión Europea, pero la mayoría (87%) es incinerada o depositada en vertederos tal y como indica un informe la Agencia Europea del Medio Ambiente. El auge de la moda rápida y económica ha sido crucial en el aumento del consumo, impulsado también en parte por las redes sociales, que ayudan a que las tendencias de la moda lleguen a más consumidores y a un ritmo más rápido.
Con este contexto ha arrancado en 2024 el proyecto TEX2ENERGY del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) que pretende generar energía limpia a partir de residuos urbanos e industriales de tipo textil. Esto se va a llevar a cabo a partir de un proceso de transformación termoquímica, que, además, va a generar otros productos de valor añadido como el biocarbón, o el bioaceite. Fundamentalmente, el desarrollo se centrará en la optimización del proceso de transformación termoquímica para maximizar la generación de gas de síntesis a partir de residuos textiles. Finalmente, este gas será empleado para alimentar una pila de combustible de óxido sólido con el fin de producir energía eléctrica, explican en una nota de prensa fuentes del ITE.
Además, se llevará a cabo un análisis en detalle para conocer la sostenibilidad, eficiencia y coste energético del proceso de valorización energética de los residuos textiles. Además, se determinará el nivel de descarbonización, en cuanto a reducción CO2, en las diferentes configuraciones a alcanzar con el procedimiento desarrollado.
El objetivo general de este proyecto se centra en el estudio del aprovechamiento energético del gas de síntesis resultante del proceso de valorización termoquímica de residuos posconsumo generados por la industria textil. TEX2ENERGY ya cuenta con el apoyo de varias organizaciones y empresas, entre ellas Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (ATEVAL), Recuperados Llácer y Regenera que van a colaborar activamente en el proyecto. Este se va a llevar a cabo en la planta piloto de última tecnología, Circular Carbon, que posee ITE en sus instalaciones.
“Somos pioneros en España en impulsar un proyecto de este tipo. Gracias a la transformación termoquímica podremos utilizar materiales textiles de todo tipo y obtener ese gas de síntesis que nos servirá para generar energía eléctrica”, afirma el responsable de reciclaje, revalorización y sensores de ITE, Iván Esteve.
Esta investigación cuenta con la financiación de la Generalitat Valenciana a través de las ayudas destinadas a los institutos tecnológicos para proyectos de innovación en colaboración con las empresas en el marco de especialización de la Dirección General de Innovación a través de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.
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