FEM, especialista en separación de metales, ya trabaja en una decena de países
Grupo FEM nació hace cuatro años cuando un grupo de ingenieros, técnicos y trabajadores de departamentos de I+D de diferentes empresas decidió atender el mercado de gestión de metales en lo que se refiere a cadenas de separación y reciclaje, así como su detección para la protección de trituradores.
El magnetismo constituye la materia prima del Grupo FEM. Fabrica detectores de metales, electroimanes y separadores de metales. Estos últimos han sido los que han impulsado la actividad de dicha firma, pues solo hay otras dos empresas que se dedican a lo mismo en toda España. Ello ha permitido que, en un tiempo récord, Grupo FEM haya proporcionado equipos a plantas de residuos de Murcia, Comunidad Valenciana, Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Galicia. Las empresas que los demandan son fundiciones, fábricas metalúrgicas, chatarrerías, empresas de triturado de escombros, plantas de procesado de basuras y centros de reciclaje de materiales.
Más rápida aún ha sido su proyección exterior. Ya está atendiendo pedidos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Polonia, Rumanía, Marruecos, Argelia, Arabia Saudí y Venezuela. El 40% de la facturación del grupo procede de las exportaciones. Su baza reside, según resalta el gerente, Francisco Soto, "en ofrecer lo último en tecnología a precios asequibles"; entre un 15% y un 20% menos que la competencia dentro de España y hasta un 50% menos en el resto de Europa.
La cartera de clientes del Grupo FEM suma 150 empresas y sociedades públicas. Francisco Soto está convencido de que alcanzará el medio millar en 2020: "La reutilización de residuos es una realidad imparable en España y Europa. Hay mucho que hacer". ¿Y los países emergentes? "Para ellos la alimentación y la sanidad son la prioridad, no reciclar latas".
Dentro de la Unión Europea, los vientos soplan a favor. La Comisión Europea aprobó el pasado 2 de diciembre un paquete de ayudas para impulsar la reutilización de materiales desechados por valor de 6.150 millones de euros.
La extracción de metales a partir de escorias de fundiciones, de vehículos y electrodomésticos achatarrados, de basuras urbanas y de escombros se convertirá en la "minería del siglo XXI", según pronostican muchos economistas.