Gipuzkoa busca referentes en Europa para construir la incineradora de Zubieta
“El objetivo del viaje es visitar instalaciones punteras de Europa y vamos a ver precisamente instalaciones que están en los centros de ciudad. Son plantas modernas y actuales y que, además de generar energía, generan calor y precisamente por eso están en los centros de la ciudad. Vamos a ver cómo hay zonas urbanizadas y otro tipo de instalaciones como universidades o centros de investigación cerca”, explicó Asensio.
El diputado indicó que, desde el punto de vista tecnológico, las tres instalaciones que van a visitar son “similares” a la que se construirá en Gipuzkoa. “No vamos a inventarnos nada. Simplemente lo que vamos a instalar en Gipuzkoa es aquello que se está haciendo en las ciudades más modernas de Europa, en este caso Austria y Alemania, que entiendo que son países que son punteros” desde el punto de vista medioambiental, apuntó.
En este sentido, señaló que en estos países la tasa de reciclaje se sitúa entre el 60% y el 65%, mientras que el 30% o 35% restante se valoriza, unos porcentajes que son los que se pretenden alcanzar en Gipuzkoa en los próximos años, ya que actualmente la tasa de reciclaje se sitúa en torno al 50%.
Asensio, junto al resto del grupo, visitó ayer la incineradora de Viena, una curiosa planta a orillas del Danubio. La planta de Spittelau se encuentra en el centro de la ciudad y tiene capacidad para tratar del orden de 250.000 toneladas anuales, dando trabajo a 110 personas.
En Spittelau además de generar electricidad, se produce energía calórica que permite abastecer de calefacción y aire acondicionado a un total de 100.000 hogares. Los residuos, que pasan antes por un complejo proceso y acaban siendo incinerados a una temperatura entre los 800 y los 1.200 grados. Esto permite que los residuos queden reducidos a un 10% de su volumen inicial.
Gerald Kroneder, responsable del Departamento de Protección de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Viena, explicó que las incineradoras están totalmente integradas en el día a día de Viena. “Esta es una instalación muy antigua y desde hace más de 20 años no hemos tenido ninguna queja”, aseguró Kroneder.
El Ayuntamiento de Viena promueve activamente la incineración a través de estas plantas, ya que considera que la incineración controlada a través de estrictas leyes estatales sobre las emisiones es “mucho más favorable” para la salud y el medio ambiente a que cada empresa incinere residuos “a su manera”.
De hecho, conforme se han ido abriendo incineradoras, Austria ha ido cerrando vertederos y, desde el 1 de enero de 2009, está prohibido verter basura procedente de residuos domésticos.