Hallado un cementerio ilegal de mascotas en Girona
Agentes rurales encontraron en una zona boscosa en La Selva (Girona) 87 perros y gatos muertos. A mediados de enero, en una patrulla rutinaria, los agentes siguiendo un rastro de olor nauseabundo, encontraron una acumulación de bolsas de basura que contenían animales muertos, perros en su mayoría.
En el transcurso de las investigaciones, los agentes descubrieron que la finca era propiedad de la madre de Natalia Ràfols, una veterinaria de Vidreres que fue inhabilitada por el Colegio de Veterinarios en el 2012 por malas praxis. A pesar de la inhabilitación, la veterinaria continuó trabajando. Ante las denuncias de clientes a los Mossos d'Esquadra en el 2015, en octubre del año pasado fue condenada por la justicia por continuar ejerciendo la profesión estando inhabilitada.
Entre los animales muertos, 19 de ellos tenían transpondedor, por lo que pudieron localizar a sus propietarios. Estos pensaron que los restos de sus mascotas habían sido correctamente tratados. Sin embargo, según los agentes rurales, la veterinaria cobraba a sus clientes por la incineración de las mascotas y en lugar de contactar con un gestor autorizado, se deshacía de ellas amontonándolas en la finca de su madre.
La mujer está denunciada en la Fiscalía de Medio Ambiente acusada de un delito de desobediencia, falsificación documental y estafa. Además existe un procedimiento administrativo abierto por la gestión incorrecta de residuos.