Según operadores de empresas del sector, en los últimos años el país registra importantes avances en el proceso de recolección, manejo y disposición de sus residuos reciclables. Hasta hace unos años este era un negocio que venía registrando alzas, pero que ha visto frenado su crecimiento como consecuencia directa de la crisis de la economía en China, el principal mercado receptor de este tipo de desechos a nivel mundial.

Carlos Alvarado, gerente administrativo de la empresa Inversiones Materiales (Invema) en Honduras, dijo a D&N que la reducción en las exportaciones de estos desechos ha sido en promedio de un 20%. Invema exporta todo tipo de materiales: desde aluminio, cobre, bronce, radiadores, acero inoxidable, hierro, baterías de plomo, botellas plásticas de policarbonato, botellas plásticas de PET, cartón, papel periódico y revistas. En un par de años pasaron de exportar un contenedor cada dos meses a exportar un promedio de 500 contenedores al mes. Actualmente, las exportaciones en su empresa se mantienen en promedio alrededor de los 250 contenedores al mes.

Honduras está exportando los productos debidamente compactados, pero no reciclados en su totalidad. “Nosotros no reciclamos, no hay capacidad para hacerlo; no reciclamos, solo recibimos los materiales, los compactamos y los exportamos, reciclar es una tarea pendiente que tenemos en el país”, dijo Alvarado.

Hace unos años, la tonelada de hierro en el mercado internacional se cotizaba por encima de los 120 dólares, pero la crisis económica que enfrenta la economía china echó por tierra esos precios. En diciembre de 2015, la tonelada de hierro llegó a cotizarse a 39,60 dólares. Esa caída de precios ha arrastrado el negocio en Honduras, que ha visto caer también sus exportaciones hasta en un 20%, dijo Alvarado.

Según cifras del sector, la casi totalidad de los residuos sólidos en Honduras son compactados por una gama de empresas (que en su mayoría se localizan en la zona norte), desde donde son exportadas a diferentes destinos, entre ellos China, el principal receptor mundial de estos desechos, Brasil y Estados Unidos.

Los desechos son recolectados a nivel nacional por pepenadores, quienes venden el producto a intermediarios que al final de la cadena los colocan en las empresas que cuentan con el equipo necesario para su disposición y compactación, siguiendo las normas internacionales del manejo de estos productos.

El principal producto que se recolecta son las botellas de plástico, seguidos de cartón, papel periódico, aluminio y hierro. En el país por igual se recolectan aparatos electrónicos, llantas y vidrio, entre otros. Cada producto es comprado en los centros de acopio a precios diferenciados, los que, en el caso de Invema, se mueven entre uno y 45 lempiras la libra.