Incendio intencionado en una planta de residuos

El Departamento vasco de Seguridad ha confirmado que la principal hipótesis que se baraja en relación al incendio registrado en la madrugada del martes en una empresa de Astigarraga, es que el fuego ha sido provocado.
El fuego que ha tenido lugar sobre las cinco de esta madrugada en la empresa Ekotrade de Astigarraga, dedicada al reciclaje de residuos de construcción y demolición, y ha quemado totalmente seis vehículos: cuatro camiones, una retroexcavadora y un remolque de tráiler.
Ekotrade ha condenado en un comunicado el "presunto sabotaje" a la "única planta especializada en Gipuzkoa en el reciclaje de residuos de construcción y demolición, y ha calculado los daños ocasionados en más de 350.000 euros. La dirección de la empresa ha advertido de que "actos de este tipo ponen en riesgo más de una docena de puestos de trabajo" y han asegurado que la compañía "ha dado los pasos" para retomar su actividad de forma inmediata.
En un primer momento se pensó que el sabotaje podría tener relación con la construcción de la incineradora de Zubieta, ya que la empresa Ekotrade tiene como accionista mayoritario a Moyua, una de las firmas adjudicatarias. Sin embargo, los investigadores creen que el sabotaje de la planta es obra de grupos dedicado a la compraventa de residuos. Estos colectivos, tras la entrada en funcionamiento hace poco menos de un año de la planta de Astigarraga, la única especializada en Gipuzkoa en esta materia, han visto disminuir sus volúmenes de negocio.
Incendio en una planta de reciclaje en Lleida
Durante la madrugada del lunes ardió una planta de reciclaje en el polígono industrial de Els Alamús en la provincia de Lleida.
El incendio se declaró en torno a las 20:00 horas del domingo por causas que todavía se están investigando y se extendió hasta las 01.00 horas de la madrugada del lunes, cuando se dio por extinguido. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron 12 dotaciones terrestres de bomberos y dos máquinas giratorias, que removieron los deshechos para facilitar la extinción del fuego, que no provocó ni heridos ni ningún desalojo, pero que quemó 40 toneladas de plástico y basura.