Investigadores navarros desarrollan un biofiltro para eliminar olores en vertederos
La Fundación de Investigación, Desarrollo e Innovación en Medio Ambiente (Fidima), ubicada en Estella (Navarra), ha desarrollado una patente de 'biofiltro' que persigue el objetivo de eliminar malos olores en instalaciones como granjas, vertederos o papeleras industriales.
La patente, que surge de un proyecto de I+D+i en el que se ha trabajado durante más de cuatro años, incorpora un residuo del sector de las tenerías (curtido de pieles) que permite que este filtro funcione durante igual o más tiempo que otros materiales y a un coste menor. Así, esta innovación puede ser de utilidad en grandes instalaciones, que habitualmente recurren a la filtración química. Así lo ha indicado María Eugenia Sádaba, gerente de Fidima, Fundación que, con el apoyo de una empresa del sector de la filtración, diseñó una planta piloto que consiste en tres módulos conectados a través de los cuales la corriente de olor se transfiere hasta eliminarse y que fue probada en una granja del Valle de Yerri y en el vertedero El Culebrete, de Tudela.
Los resultados fueron "muy positivos", ya que el filtro permitió eliminar compuestos biodegradables, como el amoniaco, los sulfídricos y los COV (compuestos orgánicos volátiles), estos últimos presentes también en disolventes o pinturas. Así, ahora Fidima negocia con una empresa de ingeniería para la venta de la patente, que permitirá que granjas, papeleras o vertederos minimicen sus olores, para lo que hasta ahora se han utilizado elementos como la corteza de pino o estructuras de plástico.
Este 'biofiltro' asegura nutrientes (nitratos y fosfatos) para que la actividad de eliminación de olores sea efectiva en el tiempo. Además, al final de su proceso, puede emplearse como abono.
El centro trabaja ahora en un proyecto de un carril bici que incorpora residuos con propiedades lumínicas, que se cargan de día y se iluminan de noche, y que tienen propiedades 'autolimpiantes' y 'antisuciedad'. Además, también desarrolla un proyecto de transferencia tecnológica para un programa de cooperación internacional, dentro de la línea de investigación de aguas del centro, en el que se va a analizar e intentar mejorar la gestión y tratamiento de las aguas residuales de dos municipios de la zona del Valle del Colca, en Perú.
La patente, que surge de un proyecto de I+D+i en el que se ha trabajado durante más de cuatro años, incorpora un residuo del sector de las tenerías (curtido de pieles) que permite que este filtro funcione durante igual o más tiempo que otros materiales y a un coste menor. Así, esta innovación puede ser de utilidad en grandes instalaciones, que habitualmente recurren a la filtración química. Así lo ha indicado María Eugenia Sádaba, gerente de Fidima, Fundación que, con el apoyo de una empresa del sector de la filtración, diseñó una planta piloto que consiste en tres módulos conectados a través de los cuales la corriente de olor se transfiere hasta eliminarse y que fue probada en una granja del Valle de Yerri y en el vertedero El Culebrete, de Tudela.
Los resultados fueron "muy positivos", ya que el filtro permitió eliminar compuestos biodegradables, como el amoniaco, los sulfídricos y los COV (compuestos orgánicos volátiles), estos últimos presentes también en disolventes o pinturas. Así, ahora Fidima negocia con una empresa de ingeniería para la venta de la patente, que permitirá que granjas, papeleras o vertederos minimicen sus olores, para lo que hasta ahora se han utilizado elementos como la corteza de pino o estructuras de plástico.
Este 'biofiltro' asegura nutrientes (nitratos y fosfatos) para que la actividad de eliminación de olores sea efectiva en el tiempo. Además, al final de su proceso, puede emplearse como abono.
El centro trabaja ahora en un proyecto de un carril bici que incorpora residuos con propiedades lumínicas, que se cargan de día y se iluminan de noche, y que tienen propiedades 'autolimpiantes' y 'antisuciedad'. Además, también desarrolla un proyecto de transferencia tecnológica para un programa de cooperación internacional, dentro de la línea de investigación de aguas del centro, en el que se va a analizar e intentar mejorar la gestión y tratamiento de las aguas residuales de dos municipios de la zona del Valle del Colca, en Perú.
Vía Noticias de Navarra
Foto de wickenden (cc)
Estella, Navarra