Irena prevé cubrir la demanda total de combustibles para el transporte con biocarburantes
El planteamiento de partida del informe Boosting biofuels: Sustainable paths to greater energy security, recientemente publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), es que “existe potencial suficiente para ampliar a la vez la producción de alimentos y el suministro de biocarburantes de un modo sostenible”
Aunque reconoce que no está claro qué potencial es realizable ni en qué espacio de tiempo, pero sí que sería factible si, entre otras medidas, se aprovechan de forma sostenible los residuos forestales y agrícolas para biocarburantes, sin menoscabo de otros usos. Esto se llevaría a cabo cultivando árboles de crecimiento rápido en tierras degradadas; y mejoraría pastos ganaderos a la vez que se reducen los desperdicios de alimentarios.
La Agencia propone además emprender una serie de medidas para que esa producción de bioenergía se expanda sustancialmente y lo haga de forma sostenible.
En primer lugar, consideran que el incremento del aprovechamiento sostenible de los residuos agrícolas para producir biocarburantes, asociado al incremento de la producción agrícola para satisfacer las demandas alimentarias hasta 2050, permitiría reemplazar un tercio de los carburantes actualmente utilizados en el transporte. Se estima que entre el 25 y el 50% de los residuos agrícolas se podrían destinar a este fin, una vez cubiertas las necesidades de regeneración del suelo y la demanda de la industria ganadera.
Más tierras para biocarburantes con mejores rendimientos agrícolas y ganaderos
Otro tercio del consumo actual de carburantes en el transporte se podría cubrir gracias a la mejora del rendimiento de las prácticas agrícolas, que permitirán producir más alimentos en menos tierras. La tierra liberada se destinaría al cultivo de árboles de rotación corta y pastos destinados a biocarburantes. Según el estudio el último tercio se conseguiría con cultivos energéticos en más tierras liberadas.
Irena propone otras medidas con las que se conseguiría potenciar la producción de biocarburantes sostenibles, en este caso la mejora de la gestión de los pastos ganaderos, que permitiría liberar tierras suficientes para que aquellos suministren la mitad los carburantes actualmente consumidos. La otra mitad se cubriría con un mayor aprovechamiento sostenible de los productos y residuos forestales, así como el cultivo de árboles de crecimiento rápido en tierras degradadas o marginales.
Otra parte se alcanzaría con las tecnologías de segunda generación que convierten en biocarburantes los residuos agrícolas y forestales, pastos y madera. “Estas tecnologías se están demostrando a escala comercial y deben ser rentables en 2030, si no antes”. Por último, una parte adicional de la producción se conseguiría con tecnologías de tercera generación ahora en fase de desarrollo, como las asociadas a las algas.